Soy tan solo un aficionado. No soy un estudioso, sino un gran amante de este magnífico deporte. No soy un experto, pero tengo mis propios criterios. No soy un estadístico, pero sumo dos y dos y, a veces, me dan cuatro. No soy un forofo aunque tenga mis preferencias. Tampoco un nostálgico, pero estoy harto de que el fútbol se trate con los trazos de la prensa rosa. Esta página será para ti, si así lo quieres. Si te gusta, disfrútala y vuelve. Si no te gusta algo, dilo. Si lo que quieres es pelea, busca en otro lado. Aquí hablaremos de fútbol, no de majaderías.

jueves, 23 de diciembre de 2010

adios, Víctor, adios

Los que vemos partidos en GOLTV estamos de enhorabuena. Se ha ido Víctor Muñoz. ¡Qué descanso! Espero que no fichen a otro "experto" que cumpla aquella sádica amenaza de "otros vendrán que bueno te harán", porque me resulta inabarcable la posibilidad de que exista en este planeta algún futbolero peor en el oficio que este maño de mis entretelas. ¡Y yo que le defendía cuando era jugador...! Debo afirmar que me fastidia en algún rincón de lesa patria chica hablar tan mal de un aragonés, pero es que no he encontrado nunca, en mi larguísima trayectoria como espectador, un comentarista más obtuso, cegato y trivial que Muñoz (si descontamos a los que trasmiten fútbol nacional para la cadena, desde luego), capaz de interpretar contínuamente las "intenciones" de los jugadores al realizar una falta o una entrada o un pase, de teorizar en el barro más espeso sobre cualquier lindeza táctica, de pegarle al diccionario patada tras patada, de quedarse colgao en mitad de la exposición de una ocurrencia de su coleto sin saber ni recordar a dónde iba, de adjudicar acciones a jugadores que no intervenían en la jugada, de no interpretar bien un solo fuera de juego... Y, todo ello, desde la suficiencia del "enterao" y la insoportable levedad de un ser cuya máxima aspiración hubiera debido ser el silencio más conspícuo o un elegante enarcar las cejas, que no se oye por la tele.

Prueba irrefutable de lo obtuso de su pensamiento ha sido su sorprendente decisión de irse a entrenar al Terek Grozni, el equipo checheno que dirige el propio presidente del Gobierno (su antecesor murió en un "accidente"), que juega en Grozni y en cuyas filas militaron no hace tanto guerrilleros nacionalistas tildados de sanguinarios. A un avispero de tal envergadura se ha ido a largar el buenazo de Víctor Muñoz, feliz como una lombriz ante esta brillante ocasión de entrenar, que es lo suyo según dice, en territorio hostil, donde una vida no vale gran cosa y en el que te ponen mirando a Moscú a poco que te descuides. Espero que comprenda pronto dónde se ha metido, que vuelva aunque sea con el rabo entre las piernas pero, por favor, si vuelve..., que no se siente de nuevo a torturarnos desde Gol Televisión.

poco pecho

Los ocho al Levante no son para sacar pecho. Si acaso, para valorar qué es lo que ha cambiado en el Real Madrid desde que no pudo ganar al mismo equipo al comienzo de la Liga. Animados tras este recuerdo, los responsables del vestuario granota se plantaron en el Bernabéu con cierta soberbia que les permitió alinear un supuesto "segundo equipo" con Caicedo arriba. ¿O fue entregar el partido? Lo que sí es seguro es que Luis García, el entrenador dicharachero, ha tirado por la ventana la supuesta Lotería que suponía para el club la visita del Madrid. No creo que vayan muchos espectadores a recoger los palos del sombrajo en el partido de vuelta. Sobre el campo, mejoría de Benzema ante una defensa frágil, eficaz colaboración Alonso-Granero (¿cuándo será este chico el que es de una vez por todas?), magia de Di María, exquisitos ramalazos de Ozil, nueva muestra de encefalograma plano de Pepe. Nadie se acordó de Khedira, que debería despertar o se le pasará el arroz, ni de un Ramos siempre estérilmente conflictivo. Se estrenó Morata, que apunta maneras.

Ganó el Atlético de penalty injusto por una mano fuera del área. Perdió la cabeza Reyes (tampoco es que le sirva de gran cosa) y perdieron los colchoneros un jugador, con lo que las cosas se le pusieron difíciles, sobre todo porque Forlán se dejó el tobillo donde el topo. Las pasarán de todos los colores en Cornellá, me temo. En Sevilla y Almería, dos partidos locos que con su gran número de goles generarán en la vuelta especulaciones dramáticas. Cumplió el Getafe, que parece renacer de sus cenizas, y de los partidos del martes, que presagiaban un aburrimiento felizmente superado en los del miércoles, poco que decir si no es que al Barça no le prueban en exceso las rotaciones. Será bonito el partido en La Catedral, aunque no me espero que pasen los del bocho. Vete a saber, porque lo cierto es que en casa se plantan con fuerza y, si marcaran pronto, lo mismo al Barcelona le entran las prisas y se descubre atrás. Me gustará ver ese partido, me creo.

No me ha tocado el gordo, y eso que esta vez jugaba. Siempre que pasa igual sucede lo mismo.

lunes, 20 de diciembre de 2010

arbitrarios arbitrajes

Me quiero centrar hoy en algunos elementos extradeportivos que a mi entender están contribuyendo a nublar el paisaje idílico de una Liga intrascendente y sin substancia, escrita de antemano y cuyo normal desarrollo se está escribiendo al pie de la letra prevista. Me quiero referir hoy, en lo que se refiere a los dos equipos destacados, a los arbitrajes que reciben.

Undiano Mallenco realizó en Cornellá lo que bien puede catalogarse de "arbitraje preventivo". Dejó claro desde el principio de qué iba a ir la cosa: "a estos, ni tocarlos". De las 19 faltas que pitó contra el Español, cinco vinieron acompañadas de sanción disciplinaria amarilla en un partido muy correcto y en el que la violencia de las entradas blanquiazules estaba solo en la retina del árbitro. Undiano empezó el partido con su particular concierto intimidatorio para luego, cuando ya estaba todo el pescado vendido, equilibrar los números de cara a las actas finales. Mientras tanto, doble fuera de juego en el segundo gol, el que rompió el partido, de Xavi al recibir la segunda vez y posicional de Messi y Alves interviniendo en la jugada desde el suelo y junto al portero cuando se produjo el disparo a puerta. Posición ilegal de Messi, así mismo, en el cuarto (tras la reacción desesperada de los de Pochetino), antes de combinar con Villa. Lo normal. Lo esperado. Lo de siempre. Lo justito. Falta cada vez que Messi o Iniesta caen, o se tiran, o les cargan, o les miran con excesiva intensidad. Que no quede ninguna duda acerca de lo que les pasará a los que blasfemen sobre el sagrario del impoluto juego azulgrana. Avisados estáis. Dicho lo cual, es momento oportuno para afirmar sin paliativos que, jugando como el sábado, no hay equipo en el mundo que pueda frenar a este delicioso Barça. Lo que pasa es que, si tal afirmación es cierta, que lo es, pero bien se piensa, ¿para qué estos arbitrajes preventivos con que les agasaja la Federación?

Clos Gómez, no. Clos fue al Bernabéu a liarla, sin problema ninguno. Y realizó, sin duda, lo que viene en llamarse un "arbitraje provocador". Fueras de juego inexistentes, distintos raseros a la hora de juzgar a los dos equipos, tarjetas sin venir a cuento, expulsión de Carvalho injusta y desmesurada, llamada de atención exigiendo premura en el saque a Casillas y tarjeta a Ozil por salir andando cuando el Sevilla se pasó tres cuartos de partido perdiendo tiempo con la anuencia del colegiado, agarrón escandaloso de Escudé en el área a Granero (que con los negros guantes del sevillista se veía con toda claridad), despeje con la mano en el área del Sevilla sin sancionar previo al gol del Madrid... No seguiré, pero me basta afirmar que yo multiplicaría por dos o tres la lista de 13 errores que esgrimía Mou ayer al término del partido. Dicho lo cual, debo añadir que el Madrid jugó ayer a nada frente al Sevilla, pésimo partido y horrorosa dirección técnica de Mourinho, paralizado frente a la exhibición de desconcierto y desacierto que protagonizaba su equipo, timorato, vulgar, sin ambición y acobardado, incapaz de ligar una jugada en apoyo y que disparó por primera vez a puerta, en el segundo tiempo, pasado el minuto veinte. Que una cosa es la realidad de un arbitraje palmariamente recusable y otra, distinta, que ello no puede ni debe nublar la razón de unos espectadores que tuvimos ayer el dudoso privilegio de presenciar todas las evidentes carencias del equipo madrileño.

PD.- Mi chica y yo vimos el partido en la recién descubierta (por nosotros) Peña Madridista roteña, que está pared con pared con la Peña Sevillista. Ni os cuento.

lunes, 13 de diciembre de 2010

cosa de dos

Tropieza el Villareal contra un Getafe disciplinado y aguerrido (las dos cosas que nunca fue Michel cuando era jugador, paradojas de la vida), se la pega el Español en La Catedral y ya están los de la otra Liga a ocho puntos aunque el Atlético asome un poco la cabeza del agujero gracias a las apariciones del Kun (de quien deberían preocupar a sus seguidores, precisamente, las desapariciones).

Del Barça, cuyo partido contra la Real no vi, hubo lo que se espera en esta fase. Más de lo mismo. Juego de toque, paredes excelsas, imaginación, agresividad en defensa. Siempre me imagino a los jugadores de este equipo, en cuanto pierden la pelota y pelean como forzados para recuperarla, que mascullan entre dientes algo así como: "devuélvemela, que es mía", todos a coro, todos a capella. Una de las claves de sus éxitos es esta defensa, agobiante, presionante, de todos a la vez y con el objetivo inmediato de volverla a jugar cuanto antes. Otra clave es obtener la superioridad en cualquier parte del campo. Sin delantero centro, ganan dos jugadores que le inutilizan al contrario (los dos centrales). Sin una defensa de cuatro (salvo puntuales excepciones), es decir, con los dos centrales y el lateral que le toque en la basculación hacia el balón, ganan uno más. Y van tres. El contrario se encuentra así, ya de partida, con que juega contra más tipos en el centro y en los carriles del 10 y del 8. Casi nada. Luego, las diagonales en ruptura y, ¡hale hop! aparecen no uno sino varios delanteros centros donde no había nada. Con estas reglas y el toque preciso, al pie o al hueco, está garantizada la victoria contra cualquiera que no sea capaz de anticipar y leer y romper estas superioridades. Veremos si el Español de Pochetino encuentra el camino o Guardiola suma otra muesca el sábado que viene.

El Madrid recuperó al Lass glorioso, omnipresente e incisivo que calentaba banquillo, con lo que su poderío en el centro bastó para imponerse a un Zaragoza lastrado por el geriátrico que acumula en defensa, Ednilson (que debería jubilarse) a la cabeza. Con el pequeño Diarrá en el campo, cuando está concentrado y no pierde el norte, mejora la solidez y la velocidad de todo el equipo, liberando mejor a Xabi y aportando empuje, desplazamientos y presión sobre el contrario. Mejor que con Khedira, en mi opinión, hasta que el alemán pierda la timidez con la que está jugando en el Madrid. Me encantaría ver al equipo, por una vez y desde la solidez central mencionada, con Ronaldo de delantero centro y Benzema (e Higuaín cuando vuelva) u Ozil o Di María, de extremos intercambiables, con Granero de enlace. No es más que una ocurrencia, pero lo mismo funcionaba.

De mi Zaragoza, que en la primera parte naufragó a la defensiva, me pareció apreciar voluntad y arrojo en la segunda, pese al inicial mazazo del "fideo" tras el descanso. Jugaron entonces, liberados del resultado, con casta y orgullo no exentos de ciertas calidades. Salvo el joven Ander, que siempre nada a contracorriente, estuvieron en su sitio y con fuerza, tratando de tu a tu a un Madrid que había bajado, ciertamente, la intensidad. Si se lo creen, todavía podrían salir del sumidero en que se encuentran. El próximo Sporting debería ser su primer y máximo objetivo.

martes, 30 de noviembre de 2010

paliza

Esperé al resultado del lunes para hacer balance de la jornada y ahora resulta que no tengo ganas de escribir sobre la imposibilidad del Zaragoza para ganar un partido, la crisis de un Atlético súpernervioso ni los logros del Valencia post-Villa, sino acerca del espectáculo de ayer entre el Barcelona y el Madrid.

¿Qué acabo de ver?, me preguntaba al terminar el partido. Globalmente, un burreo, que decíamos en el cole, un repaso, un baño, una paliza. Técnicamente, la exaltación de un modo de juego y la desaparición de otro. La verdad es que, desde el principio, tuve la sensación de que el Madrid no había preparado el partido. O que los jugadores lo olvidaron todo al salir al césped, aunque más me inclino por lo primero. Algo así como: "nosotros, a jugar como siempre y ¡hala!, a ganar". Craso error contra este Barça, que tardó tres minutos en darse cuenta del regalo que le estaban ofreciendo.

No puede ser. No es de recibo que te la den con el balón en su poder, pero lo es todavía menos que te demuestren, las pocas veces que consigues robárselo interrumpiendo su sinfonía de toque y desmarque, cómo se encima al contrario para que no pueda jugar. Eso es peor. ¿O es aún peor no haberlo aprendido todavía? No analizar, por ejemplo, que cada vez que Ronaldo recibía tenía encima un Pujol que no dejaba de acosarle hasta evitar su juego, estuviera en el sector del campo en el que estuviera. Malo es dejarles jugar a su antojo, sin contacto, sin cubrir las líneas de pase, sin agobios, pero tanto lo es comprobar una y otra vez cómo tu contrario te lo hace a ti sin que te percates ni le encuentres soluciones.

Ya sé que la mayoría se habrá fijado y levantará monumentos a la precisión, la coherencia, el desparpajo y la incansable búsqueda del mayor daño posible al contrario que exhibieron los culés. Otros, mencionarán el penalty de Valdés o los fueras de juego que se comió Iturralde en el tercero, como si excusaran las diferencias que estaban tan a la vista (aunque quién sabe lo que hubiera ocurrido si...). Yo, sin embargo, me quedo con el enorme trabajo defensivo del Barça, su disciplina táctica y su entrega en defensa. Jugar a jugar y a no dejar jugar, esas son sus claves.

Naufragó el equipo presuntamente físico en lo físico. Los pitufos corrieron más y mejor, incansables, que los gigantes, desgastados como "gallinas sin cabeza". Probablemente exagero, pero tuve la negra sensación de que Mourinho dejó ayer a sus chicos hacerlo "a su manera", sin intervenir apenas ni antes ni mientras, para que aprendieran una lección. Al menos, yo no vi su mano en ningún momento del partido. Vete a saber, pero me parece más plausible eso que aceptar que al portugués se le olvidara cómo jugó el Inter en el mismo campo y frente al mismo adversario. Maquiavélico como es, esta explicación atrabiliaria me parece plausible, aunque no pueda demostrarla, pero seguro que no se esperaba el baño recibido sino una derrota que le permitiera decirles luego a los chicos: ¿véis, ahora os diré cómo se hace?

En lo personal, muy mal los laterales y Pepe, horribles Alonso y Khedira (luego Lass más de lo mismo), sobrepasado Casillas, fallón Di María, inadvertidos Ozil y Benzéma, ansioso y desnortado Ronaldo..., nada que ofrecer en ninguna línea. Claro que nos queda el futuro. ¿O es que alguien piensa que el Barça juega con esta intensidad cada partido? La Liga dependerá de dos cosas, en cuanto al Barcelona. Lo que aguanten los tobillos de Xavi o Messi y los errores de cálculo de Guardiola con las rotaciones frente a los modestos. El Madrid, si sigue por donde solía y mejora, a tiro de pocos puntos hasta llegar al Clásico del Bernabéu.

Las vaciladas del Pep y Piqué, se definen por sí mismas. Me gustará ver sus lágrimas cuando las cosas no rueden tan redondas para sus intereses. Seguro que son los que más lloran.

lunes, 22 de noviembre de 2010

de espinas y rosas

Como ya augurábamos algunos porque era de libro habida cuenta del nivel-Maribel de los directivos del fútbol español, ya han hecho las maletas Gay en el Zaragoza y nuestro buen Lillo en el Almería (veremos hoy a Michel, un sospechoso habitual en Getafe), despidiéndose el vasco tras dirigir un equipo de colegiales, haciéndole un flaco servicio a su trayectoria, en un enfrentamiento en que sus pupilos trataron al Barça como invitado de honor con tarta y todo. Salieron los de la Condal del choque sin un rasguño (apenas 10 faltas recibieron) y con la faltriquera repleta para alegría de su estadística. Dejé de ver el partido a los veinte minutos, hastiado de tan empalagosa dulzura. Pende de un hilo así mismo la testa de Camacho en Osasuna, y eso que su equipo sobrevive, en cuanto a resultados, de los despojos del Madrid (es el que recibe, una semana después, a los héroes que lo dieron todo contra el Real, partido tras partido), a los que acoge cansados de tanto esfuerzo...

Valencia y Villareal protagonizaron un encuentro furioso, en el que Emery le ganó la guerra táctica a Garrido aunque la cosa acabara en tablas. Buena partida de ajedrez, a la que la ceguera de López a la hora de leer el encuentro (insistía hasta la desesperación en sacar jugadas desde su portería bolas imposibles) añadía dosis extra de suspense. Pese a jugar con fuego, demostraron los castellonenses valor y criterio frente al rigor táctico de los valencianos. Buen partido, de los de relamerse.

Sobrevivió con eficacia el Madrid a las intermitencias de Pepe, cal y arena, y a cierta condescendencia general que pudo costarle cara si los de Bilbao, que afrontaron el choque sin complejos, no hubieran resultado ser hermanitas de los pobres, como demuestran con insistencia recibiendo goleadas en cada salida, semana sí, semana no. El pobre Caparrós lo sabe, y su defensa se empeña en demostrarlo cada catorce días con elegante permeabilidad pese a las faltas de Orbaiz y el despliegue físico de Martínez. Fruto de la mencionada condescendencia fue la anécdota del partido, que concluyó felizmente con el primer tanto marcado en juego para el Madrid por un jugador nativo al tirar Ramos, ante el desconcierto general que incluía a Mou, el primer penalty de los dos sancionados. Marcó, por suerte para todos, y la cosa quedó en anécdota cuando pudo haber sangre. El encuentro demostró también los dientes de un Real a la contra, ante lo que imagino a Guardiola tomando notas porque esto es lo que se encontrará el 29.

Del resto de la jornada, me quedo con el excelente trabajo del Mallorca de Laudrup ante los equipos "superiores", corroborado ayer al mojarle la oreja esta vez al Sevilla. Dudó Manzano al reaccionar ante la pobreza de su zona creativa y, cuando lo hizo, fue para colocar a Romaric pegado a la cal por la derecha, en una decisión tan incomprensible como tardía. Machacó así al pobre Kanouté, al que una ayudita en la medular le hubiera venido de cine, y no resolvió los problemas de circulación de que adolecía el Sevilla con la paupérrima aportación de un tal Cigarini. Espléndidos, por los baleares, Webó y De Guzmán, al igual que Castro mientras le quedó aliento. Por otra parte, el Málaga de Pellegrini invirtió la tendencia: ahora perderá fuera lo que gane en casa. ¿Me precipito?

Antes del clásico del lunes 29, ya es de siete puntos la distancia entre los dos gallitos y el resto. Si la cosa sigue así, que seguirá, las dos Ligas serán de nuevo el principal enemigo del fútbol español esta temporada.

jueves, 18 de noviembre de 2010

tirar prestigio

A una Federación como la española de fútbol le vino Dios a ver cuando la Selección ganó el Mundial. Especialistas en sacar pecho y medrar como sea, los dirigentes, con Villar a la cabeza, se han encontrado de golpe con una bicoca para sus mangoneos. Una Selección campeona del mundo vende mucho y para eso están ellos, para el mercachifleo, sin importarles dilapidar o echar por la borda el prestigio adquirido con aquella gran victoria. Esa, y no otra, es la razón principal de las debacles que se están sucediendo en los amistosos del equipo nacional, siempre inoportunos y siempre a contrapelo. México y Argentina, eran ya dos las veces que se tropezaba en la misma piedra, por lo que lo de ayer ante Portugal resultaba bastante previsible para todos salvo para unos dirigentes a los que lo que menos les importa es el prestigio y sus protagonistas y lo que más sus logros en el mercado internacional y los dineros que se puedan embolsar organizando un Mundial.

Varapalo para Del Bosque, siempre tan correcto, pero furioso al final con su "peor no se puede jugar". No sé si antes explicitaría a sus patronos lo inoportuno de la fecha de ayer, con un calendario sobrecargado, o de los dos viajes transoceánicos en las anteriores ocasiones, pero es hombre de disciplina, chapado a la antigua, y hasta que no le encuentren los límites seguirá obedeciendo órdenes.

Los jugadores..., son caso aparte. Se planteara lo que se planteara en el vestuario, que ni lo sé ni me lo imagino, seguro que sí había algunas certezas, como que casi el cien por cien de los jugadores de Madrid y Barça jugarían solo medio tiempo y cosas así. Me apuesto corderos contra pajaritos a que la palabra "control" se repitió hasta la saciedad entre bambalinas, al menos si contamos con lo que se apreció sobre el terreno de juego. Pocas veces Xavi ha intervenido menos ni peor (perdió 7 balones en medio tiempo), pocas veces veremos un Villa tan lánguido y poco participativo, un Ramos más atorado, un Capdevila más torpe o un Busquets perdiendo tantos balones, alguno de contragolpe y gol. Total, verbena, inoperancia, ritmo de trote cochinero, todos jugando al "toma tu", sin verticalidad, sin ganas, sin esfuerzo. Ante un Portugal desmelenado y rencoroso, vengativo, veloz, anticipativo y enormemente entregado. Dos maneras radicalmente opuestas de vivir un partido.

Por eso ellos nos golearon, recuperaron su orgullo (estamos que lo regalamos) y disfrutarán su victoria mientras nosotros nos aguantamos la fealdad de jugar a templar gaitas y salir trasquilados. El prestigio, por los suelos y los dirigentes, felices como lombrices.

lunes, 15 de noviembre de 2010

pitos malos

El baile de entrenadores se augura inmediato. El próximo Getafe-Zaragoza nos traerá relevo (o dos) con cualquier resultado que se de, que se añadirá al previsible de Lillo, cuyo planteamiento ante el Athletic fue de juzgado de guardia. El Zaragoza de ahora es un equipo que ha fichado muy mal y que no está bien dirigido y, lo que es peor, mal entrenado. Los jugadores, desnortados, son cambiados de papel y de sitio a cada partido. La defensa, de 3, de 4, de 5 y hasta de 6 con Ednilson de infiltrado, deja a menudo el uno por el otro la casa sin barrer. Doblas ya no es portero de Primera..., y así hasta más de diez jugadores carentes hasta de oficio, lo que es grave si les miras la edad en el carnet. Así, nada tiene arreglo, como ya dijimos por aquí, aunque podría hasta ganar en Getafe.

El que le leyera la cartilla a Ramos en el previo del partido contra Sporting resolvió solo su trabajo a medias, olvidándose de hacerlo con Pepe, que presentó con su desmesura la contrapartida del esta vez muy medido lateral. De los asturianos…, qué decir. Con toda su rabia, más parece que se empeñaran en dar la razón a Mou demostrando que saben salir a ganar un partido ante un grande, lo que no hicieron en el Camp Nou. Lo pagarán en la próxima jornada, con la absurda pérdida de Botía. Tanta agresividad se convirtió en ansiedad ante un Real apocado aunque firme. Flojo su primer tiempo, más entonado el segundo, eficaz en conjunto. Dicen que tras el partido, Preciado arrojó una botella al autobús del Madrid, tras agarrarse de los genitales en público. Si así fue, era un digno colofón a la semana de desaciertos previa al partido. Otros lo disculpan afirmando que respondía a una provocación. Tonterías. ¿Qué hacía allí? Demasiados complejos, me temo. Llevaban mal día los asturianos con lo de Fernando Alonso.

Gran partido el que se vio en Barcelona, disputado, con alternativas, repleto de talento. Lástima que el arbitraje volviera a resultar inaceptable, peor aún que el de Bilbao. Ya está bien. Una de las constantes de esta edición de la Liga está siendo, sin duda, la escandalosa percepción general de que los árbitros españoles están empeorando por momentos hasta extremos inaceptables. Tengo la sospecha de que el exceso de manipulación, las instrucciones veladas, los "malos" consejos, las formas de ser seleccionados..., está influyendo hasta desnortar completamente a un colectivo siempre bajo sospecha. Porque, digo yo que no se les habrá olvidado el oficio, así que la causa de tantísimos y tan evidentes errores habrá que buscarla en lo sicológico. No estaría mal una rotación europea de trencillas, aunque se corriera el riesgo de que nos arbitrara Webb.

jueves, 11 de noviembre de 2010

de Canales

Ahora que los medios han divisado la posibilidad de explotar un "caso Canales" en lontananza, y se abalanzarán como fieras sobre el tema para vender un poco más, conviene romper una lanza por el chico. Además, me sobran lanzas, por lo que una menos no importa.

Sergio Canales debe estar despistado. Más que un burro en un garaje. Ha pasado de ser el chupón del cole a jugador de primera en el Racing, y de ahí a un vestuario en el que el más pobre maneja un Ferrari y algunos orinan colonia. A sus escasos años, comprueba en sus carnes que cada vez que estornuda le dedican la portada de un medio nacional. Que cada vez que escupe riega un bosque y cada vez que bosteza se cisca el misterio. Sergio Canales debe tener la cabeza como una jaula de grillos, por lo que solo debe asimilar los mensajes claros y directos, o lo que él interpreta de ellos. Por ejemplo, que en el Real Madrid no hay que perder el balón. Se le acusa de frágil y arriesgado, de forma que, para evitar las críticas, el chico se especializa en pases atrás y control. Sobre todo, control, sin caer en que es justo lo que no se espera de él. Pequeño detalle. No es que le falte compromiso ni espíritu de lucha, creo yo, sino que le sobra responsabilidad sobrevenida. Por ello, sería bueno darle al chaval un par de ideas base para acertar, así que lo vamos a hacer desde aquí, y además gratis. Un par, no más. Y claritas, que lo que le sobra de inteligencia futbolística le falta en precisión a la hora de diagnosticar lo que le sucede y encontrar soluciones, a lo que se ve.

Primera idea.- La calidad se expresa desde la cantidad. Me explico. Cuando tu calidad está fuera de toda duda, cuando tienes en tu trayectoria centenares de ejemplos de ello (que son, precisamente, los que han avalado tu fichaje por el Real), lo importante pasa a ser la cantidad, es decir, los minutos de los que disfrutas jugando para conseguir que tu calidad se exprese y salga a la luz. No los minutos de que dispones para hacer otra cosa (tenerla, pasarla atrás, distraerla...). Esos no cuentan, esos no valen nada, porque no expresan nada que no sea vulgaridad. Traducción: todo lo que hagas, en el campo o en los entrenamientos, debe expresar tu calidad a través de la cantidad. Muchas veces. Siempre. Tu calidad, y no otra cosa, es -pues- lo que debes entrenar como un salvaje, como un obseso. No el control, ni el pasecito vulgar. La invención, el atrevimiento, la genialidad, el remate inesperado, todo lo que es imposible para otros y espontáneo en ti. Una y mil veces, hasta que te salga casi siempre.

Segunda idea.- Velocidad. De pensamiento y de acción. De imaginación y de práctica. De intuición y aplicación. Pensar y hacer sin solución de continuidad. Pase al hueco, regate y pase, control orientado, toque y desmarque, tiro y rechazo, oferta de soluciones, desatasco de sistemas, precisión en carrera... El fútbol moderno está repleto de ejemplos en los que mirarse, de tipos de calidad que se vuelcan en la entrega y la velocidad, que han entendido ya que su aportación al equipo es la calidad en velocidad, Robben, Cesc, Drogba, Ozil, Schneider, Ribéry, Suárez, Torres... Ellos ya lo saben. Ellos también se creían que bastaba con serlo, hasta que comprendieron que no, que hay que aplicarlo en el campo y a toda prisa para expresarlo.

Eso, y no otra cosa, es lo que creo que quiere de ti tu entrenador. Que entrenes y juegues como el enorme jugador que puedes ser en cuanto entiendas estas dos bobadas y las pongas en práctica. Así que, chaval, ponte las pilas. ¡A por el mar!

lunes, 8 de noviembre de 2010

arriba y abajo

Diga lo que diga Mourinho, me preocupó, y mucho, la cesión de espacios en el centro y esa defensa con las líneas tan bajas que mostró ayer el Madrid, sobre todo en la segunda parte. Contra el Barça, una disposición similar puede ser un auténtico suicidio, lo mismo que el sesteo que comienza a ser habitual en este equipo cuando se adelanta con un par de golitos. ¿Sería mucho pedirle al portugués que empezara la siesta un gol más tarde, con tres de diferencia?. Pudimos observar también, una vez más, a otro obtuso Sergio Ramos. Cesiones comprometidas, balones divididos, remates fallidos, faltas evitables…, parece que le cueste un mundo tomar la decisión acertada en cada momento, porque casi siempre opta por la inadecuada. Su coco necesita ayuda pofesioná, o un entrenador como Del Bosque que le ponga en su sitio. Por culpa de balones comprometidos como los suyos llegaron en esta jornada los regalos del Athletic al Villareal y del Getafe al Barça, que bastaron para cambiar la marcha de cada partido. El Madrid no puede depender de sacar el balón por la derecha, sobre todo si el apoyo de Ramos es Pepe, para no incurrir en los mismos errores. Salir de Málaga y meterte en Malagón, que se decía antes. ¿Hará falta encontrarse con un gol ridículo en contra por una mala cesión para que se den cuenta los responsables? Obsesionado Ronaldo en estrenar con un gol las botas nuevas, aunque se le vio participativo en ocasiones, bien Benzema en cada balón que tocó y mejor Khedira cada día. Entonado Ozil con su enorme gol, aunque acabó reventado. ¡Grande Carvalho!

El Atlético jugó un buen partido, mejor arriba que atrás. Bien dirigido por Mario Suarez y Tiago por el centro y por Simao y Reyes a los lados. Creó peligro y agobió al Madrid en ocasiones, aunque sin definir. Dio sensación de equipo.

En el Barça, Piqué cada vez me recuerda más con su actitud al impresentable Ballack. Prepotencia e insolencia, mala mezcla. Deberían hacérselo mirar. El resto, la evidencia de que Mascherano no es Busquets, con quien el equipo obtiene mayor equilibrio y mejor salida. Ante las dificultades físicas que atraviesa Xavi, sería bueno que Guardiola empezara a darle la manija a Sergio, con el argentino de guardaespaldas, que no siempre se le va a aparecer san Messi.

Por abajo, ganan Depor y Zaragoza, remontando los maños dos veces a un peligroso Mallorca, aunque siguen presentando una de las defensas más vulnerables del campeonato. La cosa se mueve y hasta puede que los resultados demuestren que me he equivocado, lo que me encantaría. Veremos.

jueves, 4 de noviembre de 2010

dudas

Vi dos partidos distintos del Real Madrid anoche. El de antes del descanso me gustó, sin alharacas, aunque eché de menos los goles que marcaran la diferencia que se apreciaba en el campo. Luego sería el equipo el que los echara de menos, casi cuando no había remedio. Me faltó el instinto asesino, un poquito de suerte y algo de claridad añadida en las desconcertantes llegadas del fideo Di María. Pero estaba bien, en líneas generales. Autoridad y desborde, mucho peso de equipo. Pero tras el descanso, hay, llegó la cruz de Mou (que también la tiene), con un planteamiento conservador y resultadista demasiado precipitado y sin el pertinente colchón. Espero que fueran instrucciones del entrenador porque, si no, habría que cortarle a Xabi las dos orejas (del rabo, no hablamos). Bajas las líneas, hasta el don Genaro se permitió algún pase en profundidad sin ser inquietado mientras Pirlo resucitaba merced al oxígeno que le proporcionaba un troppo generoso contrario, de modo que el sesteo pudo resultar fatal.

Vale que sólo se concedió lo de Webb y su clamoroso fuera de juego y lo de Pepe: dos fallos incomprensibles, dos goles. Pero hubo otras cosas bastante delicadas que no me gustaron: 1.- la actitud de Cristiano, enormemente descentrado desde la pelea con el lateral. Flojo, ausente, dubitativo y sin verticalidad, como si estuviera en otro sitio. 2.- Los ya habituales fallos de Pepe, que empiezan a ser legión. ¿A qué venía ir al suelo (y fallarla) cuando tenía un despeje claro? 3.- los nervios de Casillas. Por primera vez en mucho tiempo, en las dos jugadas de gol decide mal, decide intuir el futuro y anticiparse (se abre en el primero y salta buscando el globo en el segundo), además de la temeraria salida a por uvas cuando Ibra tenía la bola controlada. 4.- el bajísimo rendimiento general en Europa de los dos alemanes del grupo…

Son cosas, todas ellas, sobre las que valdría la pena iniciar una reflexión antes de que vayan a mayores.

PD.- ¿Cuánto tardará Mourinho en darle a Pepe una de banquillo para meterle en vereda?

miércoles, 3 de noviembre de 2010

de retrasmisiones

Cada vez que juega el Barça, a la parroquia de GolTV, Canal Plus, la Sexta y todas las demás (por resumir), se les hace el culo pepsicola. Es como el comentarista de las motos en TVE, enamorado hasta las cachas de Jorge Lorenzo, con quien parece tener sueños húmedos a diario, lo que convierte sus trasmisiones en un empalagoso y pringoso ejercicio de adoración sin límites hacia el mencionado piloto, tan bueno como insoportable. Pues con el Barça, igual pero peor. Baste el ejemplo de ayer en GolTV tanto en la retrasmisión como en el debate posterior en el que el ejercicio más ponderado de José Sanchis y Axel Torres como moderadores encontró cumplida respuesta en el elenco de "comentaristas expertos" presente en el plató, todos barcelonistas evidentes (Toni Padilla, Dani Martin, Paul Giblin y el inefable Víctor Muñoz). Si cada cual tiene, y puede tener sin duda, sus opiniones, no es menos cierto que, habitualmente, se debería exigir de los comentaristas deportivos cierto distanciamiento de ellas en pro de aparentar lo más parecido al respeto por el espectador ofreciéndole la mayor objetividad posible. Ja. Ni de coña. Los comentarios de anoche se convirtieron en un aquelarre barcelonista sin rubor alguno, en el que lejos de apreciarse los matices del partido que cualquiera había contemplado, todo se volvían loas y disculpas, en un alarde de justificación del juego sucio (Pinto era, para ellos, un listo al que no se le debía sancionar), de la falta de deportividad, a la que llaman picardía y hasta talento, en un corifeo laudatorio hacia cualquier cosa que provenga de can Barça. ¡Qué hartura, padre cura!

Ayer al Barcelona le pasaron varias cosas. Que tuvo enfrente un equipo sólido y luchador, con los deberes estudiados y que pudo perfectamente ganarle el partido (como también pudo perderlo), que maderas Villa volvió por sus fueros y que el árbitro debió expulsar a Víctor Valdés por juego violento al propinarle un rodillazo en la boca a un atacante danés, cambiando quizás el signo del partido. No vio ni la amarilla. Si todos clamamos contra la patada en el pecho que le propinó De Jong a Xabi en la final del Mundial, merecedora a todas luces de expulsión, la escalofriante entrada de Valdés merecía, cuando menos, lo mismo. ¿Opiniones de los contertulios al respecto? Ninguna.

Mención aparte merecen los comentarios, durante este y todos los demás partidos, de Víctor Muñoz, que son de traca. Tan peleado con el diccionario como con la razón, el aragonés no se entera de lo que ve, lo interpreta todo al revés, abunda en intervenciones profusas, difusas e incoherentes, y es siempre partidista (que el Barça le dio de comer, no se olviden). Nunca he escuchado a nadie tan ridículo ni mal informado. Mi paisano se confunde con los nombres, se lía intentando aclarar lo que ha dicho, deja frases a la mitad, prejuzga la intencionalidad en cada entrada, sorprende con explicaciones atrabiliarias que solo a él le valen, vamos, que este paradigma del comentario obtuso hace bueno hasta a JJ Santos. La verdad, me lo imagino de entrenador, veo las caras de sus jugadores ante cualquier explicación suya..., y no puedo contener la risa.

lunes, 1 de noviembre de 2010

la Liga de dos

Con la vuelta de Xavi recobró el Barça el gol y la cordura. Con el cambio de Pepe por Benzema, demostró Mou que maneja respuestas de alto riesgo y que no es ajeno a los despistes y faltas de concentración de un central demasiado pendiente de mejorar su ficha, gesticulador y lento en la salida del balón. La cabeza de este chico parece necesitar de urgencia un siquiatra; cualquiera, en su caso, estaría feliz de aprovechar la enorme experiencia de un Carvalho a su lado para mejorar y aprender. No es su caso y poco voy conociendo a Mourinho si no empieza a barajar otras alternativas para la pareja de centrales, ahora que Albiol está de regreso. Con la expulsión de Ander Herrera, domostró Delgado Ferreiro lo fácil que es encarnizarse con el débil, sancionar fueras de juego inexistentes y usar distintas varas de medir cuando se es un árbitro malo, pero ni con esa ventaja consiguió el Valencia salir de la espesura que atraviesa ante un Zaragoza desesperado pero orgulloso. Con un soberbio disparo puso Piatti las tablas almerienses ante un Atlético que salió arrasador y acabó vulgar. Con dos buenos tiros a puerta de los de antes demostró Villa que lo suyo era una pájara de ansiedad que ya ha pasado.

Con la jornada de ayer se confirman las sospechas de que la Liga española es cosa de dos equipos que ya empiezan a distanciarse del resto. No es una buena noticia.

lunes, 25 de octubre de 2010

la flor de Manzano

El sabadete, Pérez Lasa nos mostró cómo se realiza un arbitraje interesado, parcial, agresivo con el débil y, en resumen, capcioso. Su intencionada interpretación de las faltas según sean de un equipo o del otro, sus decisiones imperiosas, su provocativo talante para con los jugadores del Zaragoza, que culminaron en la expulsión de Ponzio (una rémora para el equipo, por cierto) mientras él estaba de espaldas a la jugada, demostraron bien a las claras cómo funciona el villarato. La barriobajera exageración de Alves, que no es la primera ni la segunda, viene siempre después de la provocación. Este indivíduo, tan buen jugador como mala persona, va dejando por todos los terrenos de juego de España ejemplos de su falta de nobleza y antítesis del "juego limpio" que se exige a cualquier deportista, mientras Guardiola mira hacia otro lado. En una oficina, mejor sería no competir con él. Ganó pues así el Barça, corto de luces (por cierto, que a maderas Villa le van llamando ya por ahí "el guafe"), goleó un Real Madrid que se va aproximando al diseño proyectado por Mou, pero en el que ya deberían irse integrando una a una las rotaciones, y demostró el Mallorca los pies de barro de un Valencia sin rumbo ni pegada ante la excesiva variedad de alineaciones a las que le somete Emery. Buena resolución de Cristiano, todavía empero algo remiso al juego colectivo que le devolverá a la gloria.

Pero de lo que iba esto era de Manzano y su flor en el culo, con perdón, que cada vez es más tulipán que clavel. Para una vez que Caparrós saca pecho fuera de casa y propone un partido agresivo, con tres delanteros y líneas adelantadas, va y lo hace precisamente ante el mago del contrataque, ante un equipo al que su entrenador ha dotado ya de los instrumentos precisos para jugar cediendo la iniciativa al contrario y golpeándole sin perdón en dos pases. Para ello, el genial invento de Renato de medio atrasado, todo calidad en cada salida, complementado con un espléndido Romaric por delante que ha encontrado su sitio en este Sevilla, gracias a lo cual vuelven a brillar el control de Kanouté y la agresividad de O fabuloso o de Negredo. Este es el Sevilla para ganar, el de empatar lleva a Zokora (su fuerza y lentitud) en el medio centro. Pudo empatar un buen Athletic, y lo hubiera hecho de no mediar ese Clos Gómez capaz de lo mejor y lo peor, que donde hubo plancha de Negredo al guardameta descubrió una involuntaria mano de Koi caído que cobró como penalty. No merecía el buen partido que estaban ofreciendo ambos equipos un colofón tan feo como desafortunado, pero que acabó dándole a Manzano su victoria y haciendo crecer la ya mencionada flor que anida entre sus posaderas.

lunes, 18 de octubre de 2010

el Zaragoza y dos más

No hay duda alguna. Esta temporada, la duda está en qué dos equipos acompañarán al Real Zaragoza de mis entretelas en su descenso a segunda. Los demás, salvarán la temporada, más o menos, pero pueden respirar tranquilos porque ya, desde ahora, hay un puesto menos en la ruta a los infiernos.

Tras los primeros diez minutos del partido de ayer domingo en la Catedral, me cabe afirmar que no he visto, en ninguna de las divisiones del fútbol español, un equipo de fútbol con peores trazas que el de la tierra donde nací. Mal dispuesto, mal distribuido, mal entrenado y mal encarado (que la impotencia es mu mala consejera). Un equipo que deambula sobre el césped desnortado, que no marca y, por tanto, persigue el balón para llegar siempre tarde, ante el que los contrarios reciben cómodos y ofrecen las mejores versiones de sus regates y desmarques, pero que, además, cuando tiene el balón en su poder no sabe qué hacer con él, si descontamos al voluntarioso Ander. Pésima defensa (hace falta puntería par encontrar centrales italianos y que sean tan lentos y malos), tan basculante que cede medio campo como si fuera una autopista. Por delante, un húngaro torpe, absurdo y violento, que no sabe ni despejar de cabeza, era el hallazgo de Gay para evitar (¡qué risa!) el control y distribución de Llorente. Al lado, un par de bultos sospechosos como Braulio y Bertolo, un anciano con algún ramalazo de clase aunque obtuso como Gabi, por no hablar de ese colombiano Pérez que es incapaz de dar una sola a derechas aunque el balón esté quieto y le sujeten al contario. Con tales mimbres y esa dirección técnica, más le valdría a la rácana directiva del Zaragoza preparar el año que viene en Segunda para no bajar a la B, y ya que siento decirlo.

Me gustó el Atlético contra un Getafe facilón, el Valencia de la primera parte del Camp Nou hasta que se olvidó las instrucciones en el vestuario, ante un Barça claramente dependiente de Xavi (taparle bien era una de esas instrucciones olvidadas, y así les fue), y me divertí con el partido de Málaga, con momentos de muy buen juego del Madrid, que espero se confirmen ante el coco Milan. Falta que el Villareal de hoy se decida en Alicante, o no, a encabezar la Liga.

miércoles, 13 de octubre de 2010

pues vale

Ganaron la roja y la rojita, qué felicidad, tu. ¡Ya pasa el cortejo de los paladines!, que clamaba aquél. Y yo con un mosqueo de caballo... Debo ser un insatisfecho de órdago, pero os confieso que no me gustó lo de ayer. Sí los puntos, sí la resolución del duelo croata, pero el juego...

Ya comprobamos contra Suiza en el Mundial a dónde conduce la mala digestión del éxito. Ayer, casi nos quedamos con un palmo de narices y un puntejo en vez de tres. No siempre nos quedará Llorente para desfacer entuertos de última hora. Vayamos por partes y empecemos con los mayores. Veamos. Sin nadie a quien marcar, Capdevila sube. Hace bien, los escoceses regalaban casi las alas, fuertes para el rechazo por el centro. Sube, pero no baja. Le veo mayor. Le cubre Puyol, que no está para tantos trotes mal que le pese. Ha perdido velocidad. Uno más uno, por ese lado tenemos un boquete como un piano. No es casualidad que llegaran por ese costado los dos goles, uno superado el lateral en carrera, el otro dejando ambos un jardín a su espalda. Vale, está Piqué. Pero menos. El Piqué de este año precisa (como bastantes más de la selecçao) una urgente cura de humildad. No está bien, físicamente sin chispa, sobrado de coco y con cierta tendencia a complicarse él solito la vida. Los problemas del Barça en defensa no son ajenos a los de estos dos baluartes. Por la derecha, otro Ramos que sube y baja pero no mira. En el primero a la contra, perdió de vista al único contrario que había por allí, curiosamente el delantero de su lado. No es la primera vez. Se entrega, pero alguien debería ayudarle con su cabeza, y no sólo para mejorar sus remates.

El fútbol es de listos. Ante un equipo inferior, los listos meten tres o cuatro y luego guardan la viña. Ayer, Busquets trabajó como Stajanov tapando huecos, pero se relajó a menudo y perdió balones comprometidos. Tocando como al desgaire. Con ese gesto de echar atrás el cuerpo y tocarla como si fuera el culo de la novia mientras musitas, ¡toma, tu! recreándote en lo bien que lo haces. Si yo fuera entrenador, cada vez que viera en algún jugador mío ese gesto se iba al vestuario, aunque fuera en un entrenamiento. ¿Por qué se quedaban ayer tantos balones cortos? ¿No sería por eso? Cazorla muy flojo, Villa a lo suyo, Pablo Hernández con el día torpe, Silva mejoró algo un arranque muy malo. Sólo Xabi, que se contagió al final, e Iniesta salvaron la cara, en mi opinión. Jugando a bajo rendimiento ganaron el partido, pero no sé si es una buena noticia a la larga.

En la rojita, más de lo mismo. Superioridad. Confianza. Lentitud en la circulación, sobre todo en Parejo y Thiago. Los mismos defectos que los mayores, pero con menos recursos. Hay jugadores, pero no aprecio la necesaria disposición. Enfrente, nada del otro jueves con unos croatas que me parecieron mucho más peligrosos en el partido de ida. Tal vez demasiado tensionados. Pero, respecto a la que me importa, que es la nuestra, se me siguen apareciendo los fantasmas. ¿Demasiado para Milla?

lunes, 4 de octubre de 2010

sorry

Siento colgar tan tarde, pero hubo muchos recaos que hacer esta mañana.

Me llamó la atención el comportamiento del nuevo Sevilla de Manzano, que volvió a jugar como el Sevilla de antes. Con tan poco tiempo, da la impresión de que apenas hubo dos o tres mensajes en el vestuario, pero que les cambiaron la cara. 1.- Que cada uno haga bien lo que sabe hacer bien. 2.- El que no lo dé todo, conmigo no juega. 3.- Nadie se despista. En la alineación, se carga a Sokora y su tremenda lentitud para sacar balones, recupera el enlace de Kanouté (que hasta se permitió un kanutazo), inventa a Renato de stopper para sacar la bola con elegancia y le da galones a Romaric metiendo el poderío más arriba. Le salió de cine. El pobre Flores había innovado pero sus cálculos eran contra el otro Sevilla, así que la cagó. Le pillaron de marrón.

De este Barça de ayer, retengo la importancia de la ausencia del tan inconmensurable como escasamente reconocido (para sus enormes méritos) Xavi Hernández, agravada por el experimento Marcherano (no hace ni puede hacer de Busquets). El Mallorca volvió a probar lo de dejar casi libres las bandas al estilo del Hércules y montó un autobús de dos pisos por el centro, que es donde está la portería. Dos o tres galgos delante y al rico contrapié. Ya aparecen dos formas de frenar al Barça. La otra, el 6-3-1 del Zenit que impide, incluso, la cómoda llegada por las alas. Como Guardiola no repare en buscar alternativas a estos dos sistemas, les va a tocar de sufrir.

Al Madrid le salió cara lo de cantar bajo la lluvia, gracias a que el gol temprano envió los fantasmas al otro lado de la Castellana. Ozil dio la de cal (no se puede decir lo mismo de Khedira, lento y ofuscado ayer), el Pipita corrió y buscó los desmarques como si debiera dinero y hasta Di María remató a lo Hugo Sánchez. Atrás, las riendas de Alonso y bastante criterio, salvo inoportunas caídas. En construcción, desde luego, pero mostrando detalles. Enfrente, mucho penar le queda este año al llorón Lotina si no se pone las pilas.

domingo, 26 de septiembre de 2010

así, no

Ni quiero esperar a que se jueguen más partidos de esta interminable planificación de las jornadas, que parecen pretender de nuevo el "pan y fútbol" hasta en la sopa. Como dice el amigo Adrián, a este paso los viernes nos atacará el síndrome de Estocolmo o similar, al ser el único día sin.

Lo que me quema en la punta de la lengua es que no veo progresión alguna en el Madrid o, lo que es peor, no advierto ningún cambio esencial en su planteamiento de los partidos tras el que se pueda apreciar el trabajo de un buen entrenador. Tras cada penoso encuentro, eso sí, un nuevo tema para quitarle el foco al aspecto principal del problema. El Real Madrid no ofrece ni fútbol ni ganas de hacerlo, pero luego... Que si el patatal, que si la falta de gol, siempre sale algo que evite hablar de lo esencial, y en eso hay que reconocer que el portugués es el puto amo. Pero, aunque los demás muerdan el hueso que se les arroja, aquí nos gusta hablar de fútbol y decir a las cosas por su nombre.

Es cierto que se trata de un equipo en construcción, pero no lo es menos que debería apuntar las maneras que nos permitieran ver por dónde quiere el entrenador que vaya la cosa, y no es éste el caso. El equipo juega a nada. Lo primero, la actitud. Indolente, perezosa, falta de compromiso, individualista... El Real se está especializando en hacer bueno al contrario a base de permitir su presencia, llegar tarde a todos los balones, ceder los espacios, presionar sin organización... Por eso le cuesta tanto sacar los partidos adelante, dependiente sólo de los arreones de uno u otro pero sin criterio organizativo ni cohesión, ofreciendo las líneas partidas de un equipo largo y estrecho, más todo el espacio del mundo en el medio campo para que el contrario se organice y juegue a placer hasta el borde del área. Cualquier equipo de medio pelo parece así un gigante. Le basta con cerrar su área con trabajo, disciplina y fuerza para salir con velocidad aprovechando tantos espacios cuando la roban, aproximarse al área y allí, si se puede, intentar cualquier cosa y, si no, desplomarse entre alaridos para buscar la falta, el balón parado y la tarjeta. Así le pongo en un compromiso a este equipo hasta yo con unos buenos juveniles y un árbitro mediocre.

En lo único que se ve algo de Mou es atrás, aunque el equipo defiende mal (resulta eficaz, pero defiende mal) con mucha gente hundida y permitiendo una cómoda circulación por los alrededores del área propia. Cualquier equipo que sepa jugar entre líneas (el Barça, por ejemplo, o el Atlético de Madrid) le podrá hacer a esta defensa un roto de los de sacar los colores. Sólo advierto que se haya mejorado en compromiso defensivo (fundamentalmente frente al balón parado lateral), pero no en conceptos defensivos.

De la salida del balón, mejor no hablar. Salvo honrosas excepciones con desplazamientos precisos, es lenta y altamente fallona en el pase, que se efectúa flojo y poco tenso para minorar las pérdidas en los controles, tan abundantes por la falta de tensión competitiva. Nadie se ofrece en desmarque, sobre todo porque nadie busca al que se ofrece (imagino, aunque puede que también sea por indolencia) ya que la vulgaridad es un virus que va impregnando a todos y hasta Ozil y Canales se contagian del pasecito atrás, nadie rompe, atrae y suelta (ayer solo Di María pretendía hacerlo mientras los demás le miraban como hacen los funcionarios al que se pone a trabajar).

El Valencia de este sábado, en 10 minutos llevaba dos goles, corriendo como lebreles. Luego, administraron el partido, un poco demasiado pronto porque ya se sabe que son tres los tantos que dan la tranquilidad necesaria. El Barça sale a presionar al contrario, a acogotarle en su área, a quitarle el balón, abrir a bandas, tirar paredes y disparar a puerta, sin prisas pero con plena confianza en un estilo que les da buenos dividendos. Podrá ganar o perder (esta temporada les costará más ganar) pero son siempre fieles a su patrón de juego.

Y este nebuloso Real Madrid..., ¿a qué juega?

miércoles, 22 de septiembre de 2010

MARCA rosa

Una breve reflexión antes de comentar la cuarta jornada, que lo haré cuando se demuestre que ha terminado.

Titulares en Marca: Sara Carbonero afirma que Cristiano..., Iniesta anuncia que va a tener un hijo..., Kaká y su mujer graban un disco..., el ajedrez lo inventaron los extraterrestres..., detienen con seis kilos de heroína a Byron Moreno..., Romario y Bebeto se pasan a la política..., el Rey León se fotografía de bombero...,

Mientras tanto, en el programa del corazón de la Igartiburu de TVE, pleno de deportistas, en bañador, enseñando sus deliciosos cuerpos, asistiendo a saraos diversos, saliendo con unas y con otras, teniendo hijos, vistiendo a la moda...

La berlusconización de nuestras vidas está alcanzando realmente cotas de una magnitud inimaginable. ¡Vaya mierda de publicaciones! Así pasa, que son esos medios los que se ceban con la "descomunal" entrada sobre Messi, con su novia argentina de siempre, pobrecito, tanta pupa, y arrojan al pobre Ujfalusi a la hoguera (digo yo, si tan dificil es saber dónde tiene Messi el balón cuando te encara, también será igual de dificil localizar a la primera su pie de apoyo, ¿no?). Un lance más del juego, merecedor sin duda de una sanción, convertido en el banderín de enganche de tantos vividores del deporte y argumento para acabar con la carrera de un futbolista profesional honesto. Mientras los profesionales coherentes pasan de puntillas sobre el asunto, incluído un Guardiola ejemplar, los amantes del morbo se matan por extraer manifestaciones altisonantes de cualquiera que se preste a ello, en hacer sabgre, leña del árbol caído, en vender un poco más a cosa de llevarse por delante lo que sea. ¡Qué asco!

lunes, 20 de septiembre de 2010

a todo gas

Tengo que escribir deprisa y vosotros que leer corriendo esta crónica de urgencia aunque falte el Depor-Getafe por dirimir porque, si no, mañana nos pilla el toro de la cuarta jornada. Sin tiempo de rumiar, de paladear en escasos casos, lo que nos trajo esa tercera de sevillanas que decíamos ayer. No es de recibo que no nos dejen tiempo para el regodeo, que no quede ni un día para el vacile en el bar con los forofos del enemigo y tal y tal; así desaparece la sal de la vida, coño.

Pudo el Barcelona con un Atléti que salió tímido y dormido, como encogido ante la ardua tarea que le esperaba en vez de bravo y sin vergüenza, que hubiera sido su mejor arma. Ese genial desparpajo que otrora le dio la victoria dejó su sitio a una especie de empaque del tipo "ahora, que somos los buenos, les vamos a enseñar a estos". Pues fue que no, aunque se notó que lo habían estudiado. No dio la talla Domínguez en el lateral izquierdo, acaso porque el descubrimiento de Flores de amalgamar la defensa por el centro permitiendo "casi" las entradas por banda no era la mejor de las alternativas. Sí acertó Quique en la presión arriba, en taponar la salida armoniosa del Barcelona y obligarle al pase largo, planteándole verdaderos problemas en bastantes ocasiones. Algún día os contaré, sin embargo, que la presión arriba se le debe hacer al Barça con una línea de tres, nunca de dos, máxime porque Guardiola, que presenta alternativas trabajadas en cada partido, decidió esta vez retrasar a Busquets incrustándolo entre los dos centrales y adelantar al medio campo, ayer de forma descarada, a los dos laterales. De este modo, siempre Piqué o Sergio encontraban camino despejado para subir la bola. Buena argucia. Los chicos del Manzanares no encontraron, sin embargo, panacea contra la otra arma letal del contrario, la salida de las paredes. Y por ahí se les fue descosiendo, a ratos, el partido. Al final, escaso triunfo azulgrana, que a precio de tobillo de Messi les sale a millón, espectaculares paradones de Egea, al que todavía le faltan un par de hervores pero que apunta maneras (me gustó sobre todo en los dos mano a mano con el argentino), pobre aportación del Kun y Forlán, bastante obtusos en general, e incluso lagunas sospechosas atrás inesperadas en Godín y habituales, por desgracia, en Perea.

En Anoeta se vio un buen partido, vibrante y tenso, entre una Reala que salvo el susto inicial encontró pronto la vía y un Real que peleaba ma non troppo, por lo que a menudo llegaba tarde. Si Mou les ha convencido de que tienen que luchar para conseguir que la clase se imponga (primera lección), tendrá que convencerles ahora para no pelear con la boca pequeña (segunda lección) en lo que bien podría utilizar el vídeo del partido del sábado hasta hacer comprender a sus huestes las sutiles diferencias, aprendiéndolas del juego de los donostiarras. Rivas aparte, que le viene de largo, espléndido el trabajo de la triada Xavi Prieto-Zurutuza-Griezmann que pusieron en evidencia alguna de las carencias de la contención blanca, sobre todo si a Ramos le vuelve a aquejar el virus de la soberbia (que cursa en balones arriesgados, entradas a destiempo, pérdidas peligrosas y ausencias inaceptables -para al cabreo del míster-) y Alonso no tiene su día.

En el partido anterior entre Sporting y el Athletic, que hizo tablas, quiero resaltar varios nombre propios que me dejaron muy buena impresión y a los que había visto poco antes. Me refiero a Diego Castro, sutil, muy hábil e incansable, Sangoy, buen fichaje argentino, Aurtenetxe, lateral izquierdo descarado y potente, acaso un poco verde e Igor Martínez, que me impactó por su desborde y su toque. Buenos chavales a los que habrá que seguir la pista.

sábado, 18 de septiembre de 2010

que es la tercera

Como cantan las sevillanas, es la tercera, cuando se encona la lucha. Espero de esta jornada de Liga resultados que clarifiquen estos comienzos titubeantes, ya que los dos gallitos están ante sendas pruebas de fuego, los blaugranas a despejar dudas ante una de sus bestias negras y los blancos volviendo por Donostia a confirmar la alternativa que mostraron ante el Ajax. Para el Atlético de Madrid se trata de reeditar los viejos laureles que obtienen cada vez que el Barcelona visita el Manzanares, en un momento en que tantos aseguran que son también una alternativa. Bien reforzados atrás con Godín, habrá que esperar que las pifias de Perea no resulten definitivas y que Asunçao no vea la primera amarilla antes de cumplirse la media hora del partido. Arriba, me temo que el Kun no estará en óptimas condiciones, aunque seguro que Simao buscará, como siempre, la revancha antes quienes prescindieron de su valía. Sobre el papel, creo que nos vamos a divertir.

Antes de dejarlo aquí, una curiosidad y una razón. ¿Sabéis que el pasado mes de agosto trajo 5 domingos, 5 lunes y 5 martes? Es un hecho que se produce en nuestro calendario cada 823 años, y os lo comento porque, segun el fengshui chino, obtendrá mucho dinero quien se lo cuente a otros en septiembre, lo que no me vendría nada mal. Ya os contaré, aunque me inquieta una duda. ¿Qué tendrá que ver el calendario romano con el fengshui ese, si los chinos se rigen por otro calendario? A ver si no va a ser cierta esta premonición... pero ahí queda eso, por si las flyes.

jueves, 16 de septiembre de 2010

la primera en la Champions

Tengo un amigo que es del Atleti y me acusa de hablar solo del Real y del Barça. No creo que sea cierto, aunque sí le reconozco cierta tendencia a profundizar en ambos equipos, fruto posiblemente de que su pertinaz enfrentamiento me parece una de las salsas más apetecibles de la Liga. Prometo enmendarme, pero no será hoy porque todavía no jugaron los rojiblancos contra el Aris, y sin embargo la Champions sí que ha cerrado su primera jornada.

Bravo el Valencia en Turquía, encontrando respuestas a las ausencias tan sentidas. La verdad es que su contrincante no me pareció del nivel exigible y a los chés les bastaron orden y disciplina para desarbolarlos. De todos modos, cuatro golitos son suficientes para marcar las diferencias. En cuanto al juego, parece atractiva la pareja del argentino Costa con el turco Tunderi para "llevar la manija", éste último de medio-escoba. Veremos si Emery les puede dar minutos ante la buena forma que exhibe Banega. Por cierto, no parece que Silva se adapte bien a la Premier, hasta ahora suplente en el necesitado City. Puede que ahí haya un problema para el chino.

El Barça se dio un festín a costa de unos griegos que ni la vieron venir. Tras el tropezón herculano, había ansias de desquite. Jugaron de libro. Pero me queda la duda acerca de la enorme dependencia de este equipo del genio de Xavi Hernández, para mí el auténtico "balón de oro" de la temporada pasada. Me parece que ese exceso de dependencia le puede pasar factura al equipo, ahora que el hombre ya no está para pasar de setenta partidos por temporada. Lo sabe Guardiola y empieza a protegerle nada más arrancar la temporada, pero ni siquiera Iniesta puede con esa exigente manija aunque le pongas por detrás al jefesito. Dudas tengo, que se irán solventando tras los próximos enfrentamientos de los catalanes con el Atlético y el Valencia.

Mostró la mejora que esperábamos algunos este Madrid de Champions a costa de un Ajax timorato venido a menos. El resultado pudo ser de escándalo si hubieran entrado algunos más de los ¡¡36!! disparos a puerta, de los que al menos la mitad fueron ocasiones de gol. A destacar la verticalidad reencontrada, la habilidad y descaro de un Ozil que apunta a héroe del Bernabéu, la solidez atrás y la buena salida de los dos mediocentros, el compromiso de todos y la precipitación con visos de ansiedad de Ronaldo (esta vez más participativo) y el pipita. Y a resolver el bajón de los últimos diez minutos. Ayer pareció asentarse el "once oficial" del equipo, con la ausencia de Sergio Ramos. A ver qué hacen en Liga con un calendario que ahora les es propicio.

lunes, 13 de septiembre de 2010

nos vamos a divertir

Este año la cosa puede ir de traca, según ha arrancado. Me encantaría, porque no hay nada más aburrido que ver ganar al Chelsea cada jornada por goleada, mientras los demás se las ven y se las desean para hacer un golito. Las cosas por estos lares parece que van a ir de otra manera. Felizmente.

Al Bernabeu le desagrada el exceso de individualismo de su delantera que aprecia este año, aunque venga del pasado, principalmente de Cristiano y el Pipita. Tampoco le gusta empatar a nada tras 45 minutos con el temible Osasuna, por lo que se oyeron algunos pitos. Benzema parece estar mejor, más delgado y más participativo que el año pasado, pero me temo que eso no quiera decir mucho. Mi resumen del partido blanco, sin embargo, esta vez no es negativo, sino moderadamente optimista: la máquina se va engrasando, los alemanes encuentran su sitio, la defensa se ajusta y Alonso se asienta. Veremos.

En el Camp Nou no pitaron a su equipo, pero yo creo que era por incredulidad ante la que se les vino encima. ¡Que te hagan esta faena en plena Diada..! Lo cierto es que si cuando puedes encarrilar no encarrilas..., pues te pilla el toro. Guardiola se unió a la moda Del Bosque dejando a Xavi en el banco y probando a Adriano por la derecha y al nuevo jefesito de stopper..., y le salió rana como al salmantino. Hasta echó de menos un rematador de más de 1,68, pero eso lo digo con la boca pequeña no vaya a ser que alguien se altere y vuelva a subir Piqué a abrirse la cabeza contra un par de dientes del portero. Dije la semana pasada que el Barça había arrancado demasiado en forma, tal vez revolucionado. El sábado parecieron pagar el esfuerzo (y los viajes) con un apagón general. Dije así mismo que sabía cómo parar a este gran equipo. Me temo que el boquerón Esteban también supo y hasta puede que el sorprendente Atlético de Flores les haga más de un agujero en breve.

También divertido fue lo de mi Zaragoza, empeñado en fichar desechos de tienta de cartón piedra para la defensa y la portería. ¡No van a sufrir ni ná este año mis colegas como no añadan al guisote savia nueva! Las añadas del 80 están demostrándose incompatibles con la velocidad de los contrarios a la contra, pero tal vez se demuestren todavía servibles cuando jueguen fuera. Eso sí, lo de Leo tendrán que revisarlo. Ya lo dicen mis correligionarios: Franco, ni muerto.

Ha habido más cosas en esta jornada, pero como todavía queda por jugar la Real no está la cosa cerrada. Si ganan, podrían hasta encabezar la Liga. Divertido, ¿no?

lunes, 30 de agosto de 2010

la primera en el tobillo

Esta jornada liguera inaugural deja para la memoria varios flashes de alto nivel: las dos maravillas de Iniesta (pase a Messi y empalme de fantasía, ¡qué artista!), en un Barcelona que empieza, tal vez, "demasiado" en forma, el fallo del colombiano nuevo del Zaragoza en boca de gol (la puedes dar mal, arriba, al poste, pero despejarla...), y las pésimas sensaciones de un Madrid que ni mejora ni tan siquiera apunta maneras, que es peor.

Ya debería verse en este Real la mano del entrenador, al menos en intenciones. No sé si alguien la verá, pero yo no. Algo más de solidez defensiva, acaso, aunque con los mismos errores de antaño (boquete en el lateral izquierdo, mala basculación, despistes inaceptables, indefinición de posiciones en los libres laterales y de esquina...), así que la mejora cabe atribuirla al oficio de Carvalho y la entrega de Ramos. Muy flojo el medio del campo, en el que Alonso estuvo torpe y muy fallón (me da que no se entiende con Lass, que juega por delante de él pero sin ofrecerle salida, de modo que sólo queda él para desplazar la bola adelante en largo). Perdido Canales, que está dilapidando su crédito jugando a ser el que no era (pasecitos atrás, a asegurar, ni encara ni profundiza ni mira siquiera los desmarques, pocos, que le ofrecen delante). Quién le ha visto y quién le ve al chaval, antaño todo frescura, toque y visión de juego. Where have all the flowers gone?, que diría el tío Bob. Obsesionados con el gol propio Cristiano y el Pipa, y más perdido que Carracuca Di María.

El Madrid va a recibir más de lo mismo durante toda la Liga. Dificultades en la salida del balón, delanteros corretones hasta la extenuación que abanderan la primera línea de seis, instrucciones de entrar duro y tirarse a la primera para echar árbitro y público encima del contrario, aplausos a cada patada que te den, bronca enorme y tío rodando por el suelo entre alaridos cuando suceda al contrario, llamada general a andana del estamento arbitral ante algo tan evidente... Esto es lo que hay mientras el villarato controle el aparato y, o juegas contra ello o ya te puedes ir a dormir. Y en la Champions, más de lo mismo (quitando el villarato, claro está). Ganar al Madrid de esta manera, o empatarle que es lo mismo, resulta hasta sencillo si tu equipo no resuelve problemas tan claros y evidentes. En esas estamos.

Por cierto, ya sé cómo se puede parar al Barcelona. Os lo cuento otro día.

sábado, 28 de agosto de 2010

la alienación de las masas

En tanto masa alienada, es mi derecho proclamar el día de hoy, sábado 28 de agosto de 2010, como DÍA DE LA ALIENACIÓN a todos los efectos. Porque es en el día de hoy cuando, cautivo y desarmado el innumerable ejército de parados sofritos, acosados y ya completamente rojos por las inclemencias de la solanera, anclado al sofá merced al único ventilador asequible que quedaba en el Macro, han alcanzado las tropas de la alienación deportiva, a través de su aliado principal la televisión de mil pulgadas, sus últimos y más preciados objetivos estratégicos. La Liga ha empezado.

Para quien no guste del fútbol de primera, ni aún de la Champions Ligue, ofrecemos los bólidos bajo la lluvia en Spa, las amotos veloces cual viento de Oklahoma en Indianápolis, la presentación en sociedad de Marca Televisión, el baloncesto turco del Mundial del género, el arranque ciclista de la Vuelta a España y hasta, para quien guste de lo seguro, la repetición del aldabonazo del Atlético ante las ya cenizas especulativas del Inter de Mou.

No va más. Órdago. Orgasmo. Codo de tenista en la mano del mando. Disfrute. Aplatanamiento con la que está cayendo. Alienación en estado puro. Resuenan invictos clarines de victoria. Claros clarines. Ya pasa el cortejo de los paladines. Solo espero que no se atasquen los tubos del artilugio umbilical que enlaza mi sofá con el depósito repleto de Häagen-Dazs "Dulce de leche" del congelador. Que fluya por siempre jamás hasta el clamor de victoria de mi colesterol. Triglicéridos al poder.

Os dejo, que empiezan los coches.

domingo, 1 de agosto de 2010

el Schalke de Raúl

Ayer vi un partido minúsculo, de dos tiempos de 30 minutos, como de juveniles. Sobre el campo, algunos conocidos de la vieja guardia. Van Nistelrooy en el Hamburgo, Metzelder y Raúl en el 04. Curioso remember, con gotas de ritornello. Nada más empezar, ocasión de Raúl, que surge de la nada y empalma de zurda con peligro. Los alemanes corean la jugada y se dan codazos entre sí al comprobar que el viejo goleador tiene todavía pólvora en sus botas. Un remate más, este al muñeco con la derecha, una semiasistencia para el primer gol en su "segundo" papel de centrocampista con criterio, esfuerzo y colocación, pero baja forma física. Cansancio evidente. Cincuenta y siete minutos sobre el campo. Falta de rodaje para aguantar todo un partido de los de verdad, todavía. Le ví recuperando sensaciones, pero noventa minutos son troppo minutti todavía para este esforzado legionario del fútbol. La vocación hecha jugador, capaz de dejarlo todo atrás por ella. Si recupera su rendimiento sobre el campo (lleva un par de años sin sentirse futbolista en plenitud), este chico les dará bastantes alegrías a los rudos mineros.

Y yo me alegraré un montón.

sábado, 31 de julio de 2010

decepción

Tras el atracón del Mundial y su resaca de celebraciones, quedaba pendiente el Europeo sub-19 que se ha celebrado en Francia. Ayer, la rojita jugó la final contra Francia y la perdió, apuntando algunos errores que conviene analizar porque son los mismos que amenazan a la Selección de sus mayores y convendría salirles al paso cuanto antes. Ya sé que no me dará la razón casi nadie, pero la joven España perdió ayer porque estuvo mal dirigida. Luis Milla no ha hecho un equipo ganador. A mi entender, se ha quedado en un grupo resultadista, incapaz de gestionar en la buena dirección su superioridad manifiesta. A partir de un grupo de futbolistas excepcional, con mucha más madurez de la que se les pueda suponer por su edad, Milla ha reproducido los esquemas triunfadores de la absoluta (control del tiempo, dominio de la pelota, triangulación, posesión, juego posicional, primer toque, desplazamientos de apertura a banda, presión en defensa...) y ha ofrecido hasta fases excelentes de buen juego, como en la primera parte del partido de ayer. Era bonito. España era claramente superior, combinativa y vertical, hasta que marcó su gol. Pero, a partir de ese momento, con los francesitos bailados y desesperados por tocar una bola, comenzó la derrota.

Hemos dicho aquí varias veces, refiriéndonos a la absoluta, que el tiki-taka no sirve de nada por sí mismo. Que sólo es un medio para obtener un fin y que, sin ese claro objetivo, se queda en agua de borrajas. El fin de la posesión no es otro que la búsqueda del gol, y no es un "divertimento" para dejar pasar los minutos hasta que el árbitro pite el final. La intensidad se mantiene mientras está claro ese objetivo común, el gol, más goles, de forma que todos trabajen en la misma dirección. Acaso con tres goles de diferencia pueda utilizarse el control para fatigar y desesperar al contrario, pero nunca antes.

Sin embargo, y no fue ayer la primera vez, a este joven equipo no se le ha inculcado este mensaje y se ha construido (o no se ha corregido) una "alternativa" al mismo que consiste en marcar primero y verlas venir aprovechando alguna contra cuando el contrario, a la desesperada, ofrece espacios. Mala elección. Ayer, los creativos del grupo (Thiago Alcántara y Canales), dieron todo un curso intensivo de este error frenando el esfuerzo, retrasando siempre el balón hasta hacer previsible la reiterada jugadita, negándose el control y la verticalidad, sustituyendo el pase preciso por el toquecito desganado y el "toma tu" para la floritura inútil. Estos dos chavales deben hacérselo mirar cuanto antes o su calidad se disolverá en la vulgaridad absoluta.

Con estas armas, que habían maniatado mal que bien a los franceses, nos fuimos al descanso. No me cuesta imaginar la satisfacción en el vestuario, "descansad, chicos, lo estáis haciendo bien...", en lugar de corregir el defecto que ya apuntaba en la segunda mitad del tiempo pasado, máxime si, conociendo a los franceses, cabía esperar de ellos una reacción desesperada. Si no fue así, que no lo sé a ciencia cierta, sí comprobé que salieron desarmados (a jugar a más de lo mismo) ante unos contrarios que hicieron de la presión desbocada virtud y que habían sido aleccionados para maniatarnos a base de velocidad, presión y "encimamiento". La rojita no estaba preparada para este giro de las cosas y no supo reaccionar al nuevo planteamiento. Debo suponer que los responsables técnicos no supieron prever ni contrarestar (más velocidad, más primer toque, más desmarque, más agresividad...) la que se les podría venir encima. Con lo que asistimos a una descomposición gradual del esquema, obcecados los nuestros en mantener un ritmo de juego que ya sólo nos perjudicaba, y en el que empezaron a desnudarse las carencias de los nuestros. Lentísimo e indeciso Bartra, dubitativo Planas, ineficaz Thiago, obnubilado Canales, y hasta torpe Rodrigo. Todos se diluían porque ninguno supo qué hacer, y el banquillo tampoco. Donde hacían falta ideas y una dirección reforzada (acaso Koke), Milla tiró de los cambios ordinarios, con un Rochina obcecado e inútil (¡qué mal va este chico, al que sólo se ve preocupado por sí mismo!) y un Muniaín que ayer no tocó una a derechas. No eran los hombres, fue el esquema lo que falló. Milla se puede apuntar sin duda esta derrota, y haría bien en corregir sus planteamientos ahora que va a dirigir la sub-veintiuno. Si no, mal vamos.