Soy tan solo un aficionado. No soy un estudioso, sino un gran amante de este magnífico deporte. No soy un experto, pero tengo mis propios criterios. No soy un estadístico, pero sumo dos y dos y, a veces, me dan cuatro. No soy un forofo aunque tenga mis preferencias. Tampoco un nostálgico, pero estoy harto de que el fútbol se trate con los trazos de la prensa rosa. Esta página será para ti, si así lo quieres. Si te gusta, disfrútala y vuelve. Si no te gusta algo, dilo. Si lo que quieres es pelea, busca en otro lado. Aquí hablaremos de fútbol, no de majaderías.

lunes, 30 de mayo de 2011

felicitar al campeón

Con algo de retraso, que ando muy liado con mi otro blog (malablancayenbotella) en estos días en que la indignación toma cuerpo entre lo más avanzado de la maltratada y engañada sociedad española, quiero dejar aquí constancia de mi sincera enhorabuena al Barcelona Fútbol Club por la consecución de su cuarta "orejas", desplegando en la final un fútbol repleto de méritos acerca del cuál merece la pena extenderse un rato.

Lo primero, la ambición.- A mi entender, a varios niveles por encima de otras características sobre las que se habla demasiado, en el caso del Barça secundarias, el aspecto central del poderío de este equipo radica en su ambición, léase confianza, autoconvencimiento, fe en la victoria, certeza solidaria de que el compañero va a hacer -en cada momento- lo mejor para el equipo. Cuando todos los otros creen que la mejora está en los nombres (los que haya y los futuros fichajes), en el equipo azulgrana saben y lo demuestran, que lo diferencial es la pelea solidaria de principio a fin, la pasión, la entrega sin desmayo, la lucha pertinaz en la que todos se implican preguntándose siempre, en cada momento del partido, una sola cosa: ¿qué es lo mejor que puedo aportar yo ahora para mejorar al equipo?. Como botón de muestra, pregúntese el lector por la cantidad de goles que ha conseguido este equipo en esta temporada buscando, encontrando y aprovechando los rebotes. Particularmente, yo también leo el exagerado -en ocasiones- teatro de sus jugadores en esta clave. Sin esa ambición, a este equipo se le podría competir de igual a igual. Con ella es, por el momento, invencible. (¿Alguien ha visto a algún jugador del Barça lamentarse de haber fallado una jugada?)

Lo segundo, la defensa.- No es que la defensa del Barça sea buena, que también, aunque me refiero aquí a los conceptos defensivos que aplica a rajatabla todo el equipo con un único doble objetivo: evitar que el contrario haga su juego y recuperar el balón-talismán cuanto antes. Ante todo un ManU, veloz e incisivo en cuanto podía, se demostró claramente. Del primero al último, todos los jugadores de la alineación responden como un solo hombre, al unísono, a esta doble consigna. Sin amagar, sin corretear para "hacer sombra", sin diletantismo, sin buscar las apariencias, todos y cada uno se esfuerzan al máximo por correr, entrar, irse al suelo, presionar las líneas de pase, ayudar al compañero, tapar la salida del balón al contrario..., hasta recuperar la bola. Se agotan en defensa, porque luego, con el balón, descansan. Con la posesión del balón, el Barça se recupera del esfuerzo defensivo, se relaja. Si le presionan, atrás. O por sorpresa adelante cuando nadie lo espera, mediante un par de paredes de toque y desmarque, que es el ABC del fútbol. Pero, básicamente, un recorrido hacia la izquierda, otro por la derecha, dos pasando por los centrales..., recuperando el aliento para gestar un nuevo asalto. Ahí, precisamente, reside la grandeza del juego inimitable de Xavi Hernández. En la administración de esos mini-tempos en cada partido, en dar resuello al que lo necesita, ocupando al contrario en perseguir la sombra del balón como si fuera un fantasma para que el equipo se recupere y se rearme. Ahí, también, la inestimable colaboración de Messi bajando al centro y de Iniesta manteniendo el equilibrio y obteniendo mayorías circunstanciales en el medio campo.

Por último, el ataque.- Es lo que todo el mundo aplaude, pero no es lo más destacado de este equipo que marca, en general, uno o dos goles más de los que necesita. Con el contrario fatigado pero, sobre todo, hipnotizado y confuso, perdida su fe en competir con la máquina azulgrana de igual a igual, toca atacar con las armas propias, que son -básicamente- el desmarque y la pared. En este equipo, cualquiera se descuelga de su sitio porque sabe que cualquiera se la pone. Todos se preguntan ¿quién está en mejor disposición que yo para terminar la jugada?, y responden a esa pregunta con un pase, un amago, un disparo, una finta. Como una orquesta. Y así llegan los goles.

No sería justo acabar esta glosa sin mencionar un par de elementos indispensables para entender las victorias de este equipazo: la calidad individual y el papel del entrenador. En la primera, reconocida por todos, no habría que insistir salvo para dejar claro que, siendo importante, no sería NADA si no se aplicara de las maneras que antes he descrito. Hay montones de ejemplos en otros equipos de ello (y en el propio Barça) como para insisitir en esta idea. Sí es importante esa calidad, sin embargo, para aplicar todo lo antedicho. El balón debe obedecer siempre a las ideas y, para conseguirlo, es imprescindible la calidad. Punto.

Del papel del entrenador, destacar también dos cosas: que sabe -y lo dice siempre- que los éxitos han llegado por la tipología de la plantilla de la que dispone (capaces, pese a ser estrellas, de seguir las pautas marcadas a rajatabla) y que ha conseguido ganarse la confianza ciega de su vestuario. Todavía tiene que demostrar en otros lares si es capaz de repetir este modelo sin las circunstancias colaterales que ha tenido y tiene en el Barça (ser ex-jugador, valores sociológicos añadidos, trabajo con las secciones inferiores...). No debe ser sencillo descolgarse en un vestuario desconocido y obtener de sus jugadores lo que su concepto futbolístico extrae en Can Barça de los propios. Por eso deberá marcharse, mejor antes que después, de la cuna que le vio nacer. Necesita, para su proyección personal, más de una respuesta. Y Guardiola lo sabe.

¿Es entonces invencible este equipo? Ni los más reputados entrenadores del momento, ganadores en equipos ganadores, como Ferguson o Mourinho, han encontrado hasta ahora la fórmula. De lo que se deduce que debe ser bastante difícil conseguirlo. ¿Imposible? No me lo creo. La solución pasa por jugarle con las mismas armas, como algún equipo de la parte baja de la Liga ha hecho esta temporada. Equipos, eso sí, construidos también desde la solidaridad y el criterio de apoyos contínuos, esfuerzo al límite, lucha en cada parcela..., ante los que (ahí sí) ha impuesto este Barcelona su calidad diferencial.

Pero, que se sepa: a los equipos de figuras, este Barça se los merienda.

PD.- ¿Se acuerda el Bernabeu de lo que significaba antes ser jugador del Real Madrid? Pues eso.

lunes, 23 de mayo de 2011

bendito error

No sé si será por utilizar el balón que ilustraba mi anterior entrada, pero mi Zaragoza seguirá hollando los campos de primera y disfrutando de una afición que el equipo no se ha merecido en toda la temporada. Me equivoqué (por poco, ¿eh?) en mis siniestras predicciones del comienzo de temporada, y no sabéis lo que me alegro, lo mismo que espero que cuelguen de las orejas a su director deportivo (si también a la presidencia, pues casi mejor), que se hagan bajas y fichajes con criterio y que no se repita la milonga de este año. Hay que renovar el geriátrico y, de paso, hacerle un monumento a Gabi en la puerta de vestuarios. Al pie, un texto: como los vinos buenos.

Se fue el Depor, al que su bestia negra le metió otra vez la cabeza en el barro. Lendoiro y Lotina, la doble ele de llorones unidos, tienen ahora de qué lamentarse con razón. Al final, estar reñido con el gol es lo que tiene, que te pasa factura. Lo siento por Valerón, jugador que admiro y respeto hasta los tuétanos. Getafe y Real Sociedad pasaron, en un ¡ay!, de la furia al que se besen, de la pupa a la caricia, que las comunicaciones están ya muy desarrolladas, aunque por las islas al aspirante Mallorca no le quepa todavía por ahí el bigote de una gamba. Todos mirando de reojo, me pregunto cómo, en tantos campos, alguien conseguía darle al balón.

En el Bernabeu me pareció ver a un equipo de abusones, como cuando en el cole se metían todos los buenos en el mismo equipo y nos burreaban. No me gustó, aunque fuera legítima su pelea por mejorar las cifras de goles (de verdad que los cientoypico no están mal para un equipo tildado de "defensivo", pero que los árboles no les impidan ver el bosque de otras realidades, en tanteos "parciales", menos halagadoras). Mejoraron los blancos sus estadísticas, alcanzó Cristiano números de récord, vimos algunas cosas espléndidas del juego directo o del mago Ozil y nada más.

Está el Madrid fichando para mejorar. El mejor dato es que, por ahora, los movimientos de la dirección deportiva apuntan a fortalecer la contención, por donde se les han escapado la Liga y la Champions, y que es donde el eterno rival ha marcado las diferencias esta temporada. Resolver el lateral derecho, fijando a Arbeloa con Altintop de alternativa (hay un Carvajal espléndido en la reserva del Castilla), incluir definitivamente a Sergio Ramos en el eje de la defensa (mejor si se le pulen algunos movimientos y entregas), que Carvalho ya no está para muchos trotes, fortalecer el lateral izquierdo (Fabio Coentrau me parece, desde el mundial, un espléndido objetivo) y mejorar la potencia y versatilidad del centro del campo "a la turca" son todas medidas sensatas para reducir ese baldón de 33 goles en contra por 21 del Barça, que es donde ha residido la diferencia (aunque no todo sea cuestión de nombres, sino de actitud defensiva, en la que los culés son todo un ejemplo). Ahí no me sobra para nada Lass, aunque será difícil convencerle para que se quede. Sí me sobra Kaká, al que habría que vender bien aunque sea para que recupere su juego en otro equipo. Adelante, no parece que falte nada, aunque conociendo a Floro no me extrañaría que echase el resto por Agüero o Rooney. Ni que decir tiene que, si así fuera, yo daría palmas con las orejas, sobre todo en el caso del inglés, que está culminando de forma soberbia la temporada y cuya versatilidad le hace muy atractivo. Aunque no le arrendaría la ganancia a Mou para tener contento y a pleno rendimiento a ese vestuario. Ya veremos.

viernes, 20 de mayo de 2011

de los nervios

A las puertas de la última jornada, andan las cosas de la información y la desinformación revueltas, en plan maletines volanderos y todo eso. Nada nuevo. No me gustaría estar en la piel de los jugadores del Levante, sin embargo. Han hecho los deberes, salieron con garbo del atolladero al que parecían condenados..., y, ahora, esto. Hagan lo que hagan, la sombra de la sospecha se cierne sobre sus cabezas. Si ganan, les habrá primado el Getafe de los petrodólares, o la Real. Si pierden, será porque se han embolsado los duros del Zaragoza. Si empatan, el que se quejará será el que baje, sea el que sea. Ozú.

Más prefiero el partido de San Sebastián, en el que a ninguno le vale, de momento, el empate. No como en los demás, en los que un puntito salva a cualquiera de los candidatos y ahí sí que habrá pactos de no agresión, que no salen en la foto. Getafe y Real Sociedad a cara de perro y muerte súbita. Drama en estado puro, por veleidades del sorteo. Para los muy templados.

Yo estoy tranquilo, porque como bien se ve en la ilustración que acompaña estas apresuradas letras, el equipo de mis entretelas tiene un arma secreta con la que paliar su desidia de toda la temporada. Y no es ni un mal defensa italiano ni un secreto fichaje de última hora. Seguro que ganan. ¿O no?

lunes, 16 de mayo de 2011

sólo uno

En la penúltima jornada solo pude ver un partido, al celebrarse todos a la misma hora, de modo que me regalé el Villareal-Real Madrid tras regresar a toda prisa de la III Ruta del Atún que terminaba este domingo en Zahara. Espléndida población, que ha crecido desde que la descubrí hace 25 años y está preciosa, y extraña presencia de tres buitres enormes sobrevolando la almadraba al olor de las vísceras. Las tapas del bicho que se festejaba, por otro lado, formidables.

A lo que íbamos. Sorprendió Mou a Garrido saliendo con tres centrales, lo que le permitió equilibrar la zona ancha con la incorporación de los dos laterales avanzados sin quitar hierro de arriba, lo que no es nuevo aunque el Madrid, que yo sepa, no lo había puesto en práctica esta temporada. Se desconcertaron los amarillos y pretendieron la contrapartida con balones largos al desmarque, mientras los de la capital rebuscaban en los bajos de sus contrarios arrebatándoles el cuero y desplazándolo con eficacia. Con dos goles de ventaja llegaron así al descanso. Imagino la bronca de Garrido en los vestuarios, preguntando a sus jugadores si estaban allí para ver jugar al Madrid, de modo que salieron los del submarino en la segunda parte con mucho más corazón y las ideas más claras, fruto de lo cual fue un gol temprano que calentó el partido. Estaban los jugadores del Villareal bastante rabiosos y alterados, de modo que el línea de su defensa pagó el pato por atreverse a señalar una mano evidente de Marchena que el sevillano interpretó como una ofensa personal, con esos modos que le han hecho famoso. Tras el rifirafe, quedó tocado el trencilla y, para no complicarse la vida, levantaba el brazo como un autómata a cada ataque blanco, comiéndose una jugada espléndida con gol de Ozil al señalar un fuera de juego inexistente. Detalles aparte, empujaron los amarillos hasta el final, que solo firmó el Madrid tras el segundo gol de Cristiano en libre directo que puso el 1-3 en el marcador. Nunca había visto este cronista al portugués atornillando el balón al suelo hasta hundirlo lo más posible en el césped antes de lanzar una falta (a lo mejor no me había fijado), pero puede afirmarse que con ello corrige el alza y ajusta el tiro mucho más. Camino lleva del Balón de Oro de esta temporada.

Una jornada le queda a esta Liga y seis equipos se juegan a un partido la temporada. Las combinaciones son innumerables y cualquiera puede acompañar a Hércules y Almería en su viaje a los infiernos, aunque todos dependen así mismo de sus propios resultados. Lo de la jornada final va a ser de órdago a la grande.

jueves, 12 de mayo de 2011

gladiadores

Da la Liga sus penúltimas boqueadas, alcanza el título el Barcelona tras una campaña descomunal, pelean los de abajo por sacar la cabeza del mar de escasos puntos que les asfixia..., como año tras año por estas fechas el tufo de drama apesta a unos y otros, cuando los matices alcanzan categoría de trascendencia. La novedad es que, hasta esta misma jornada (y sólo restan dos), en el barro del descenso han estado peleando doce equipos, que se dice pronto. Hoy, a la vista de los resultados, me temo que solo el Getafe puede librar a mi Zaragoza del alma del triste destino que ya le pronostiqué aquí mismo al comienzo de esta temporada.

- Ganó el Depor los tres puntos de su casa ante un Athletic indolente, que parece que sale de la Catedral a pasear el palmito, con una actitud quejica y perdonavidas en franca disonancia con lo poco que tiene para pavonearse. En el Deportivo brilló hasta la extenuación un canario, llamado Valerón, que tiene en sus botas magia suficiente como para fecundar todo un equipo. Llevados en volandas por un fervoroso público, hicieron los gallegos su trabajo con entrega y constancia, favorecidos por el punto de suerte necesario (y más en estos momentos de drama y susto) en el disparo de Adrián que supuso el primer gol e inició la remontada.

- Se paseó el Madrid ante un Getafe vencido de antemano, con la vana pretensión de hacer su juego cara a cara ante un Real al que sostiene sobre el campo el orgullo que no exhibió en algunos de los últimos encuentros de esta Liga que se le ha hecho tan larga, pero que tiene arriba suficientes argumentos como para noquear al más pintado si éste le deja jugar. Eso hicieron los azulones, dejar jugar sin proponer apenas respuesta, y se llevaron cuatro como pudo ser media docena. Así la cabra tira al monte, así poco a poco empezó el Madrid arriba a dejársela a Cristiano para su particular batalla goleadora. Cumplió el portugués, que lleva números de récord, aunque haría bien en mirarse lo suyo para próximas temporadas y trabajar su cabeza y disposición por integrarse mejor en el juego colectivo, garantía de mejora en lo general que siempre le acabará dando de más en lo particular, haciendo buenas las dos partes del embudo que hiciera tan famoso Alejandro Dumas con su "todos para uno...".

- Demostró la Real que la concentración y el esfuerzo tienen premio frente a un Zaragoza que, en estos momentos de heróica y sudor, de sangre y esfuerzo sin límites, sigue jugando como si le diera igual ganar que perder, como ya demostró la pasada jornada en La Romareda. No parecen mis tocayos haber cambiado el chip en el vestuario, quizá por culpa de la aparente serenidad de Aguirre, y se les va a ir la Liga templando como los joteros de Lumpiaque, que para cuando quisieron arrancar la ronda ya les había amanecido. Sólo Ponzio y acaso Gabi parecían percibir el drama que planea sobre sus cabezas, mientras Ander se anulaba a sí mismo y los Bertolo/Uche se empeñaban en ser apenas la sombra de los que eran. Enfrente, a una Real sin brillo, con jugadores que cuando juegan en casa se caen cada vez que les da el viento, le bastó con cuatro cositas para llevarse al agua el gato poniendo el alma donde hay que ponerla. Malos cierzos castigan el Ebro, y lo que te rondaré, morena.

- Creyeron los sevillanos (cuando, por dos veces, el matrimonio de Negredo con el gol se consumó mediada la primera parte), que todo el monte era orégano y la cosa estaba hecha. Craso error si enfrente están los rojillos, todo corazón y testiculina, con las gotas de fútbol y los conceptos necesarios como para aprovechar hasta las heces sus mejores armas. Como ya demostró en Zaragoza, Osasuna no se da por perdido nunca, hasta la sangre y el dolor extremo de un espléndido Nelson, mientras haya minutos por jugar. El brutal empuje de Camuñas, la peligrosa sobriedad de Puñal, la brega de ese recién descubierto Orejudo, el sitio de Kike Sola..., hasta la inesperada velocidad y determinación del interminable Sergio, todo apunta a un equipo incómodo, trabajador, esforzado y generoso que visitará Getafe la semana que viene con la ansiedad de rubricar su espléndido final de Liga. Que tiemblen los de Michel, aunque vayan ganando y queden un par de minutos.

Por arriba, confirmó el Barça su alirón y se hizo con el título de Liga. Felicidades al campeón que, diatribas y manitas (arbitrales) aparte, ha peleado con sus armas de calidad, pero también con tesón y esfuerzo, las 36 jornadas que le han conducido al título, con unos números espectaculares. Mención aparte requiere la sorprendente eclosión del Málaga del petrodólar, que incita a creer en los milagros del capitalismo en estado puro aplicado al fútbol, dejando aparte la aportación incuestionable del técnico Pellegrini y la resolución implacable de la bestia Baptista.

martes, 10 de mayo de 2011

se acabó la Feria

Para todos aquellos que, además de extrañarse, lamenten mi temporal ausencia en mi propia casa, mientras llovían tantas flores en el rincón de los comentarios, sirva informarles de que en esta mi tierra adoptiva eran desde el jueves al domingo días de Feria, de rebujito y holganza, de charloteo con las amistades hasta las mil, de excesos controlados, de ir a los "cacharritos" con los niños de los amigos, de gallos de pelea y bellísimos caballos en competición..., de agotamiento social, días en los que ver la tele es casi una heroicidad a la que pude acceder a ratos y en algún bar, por lo que no me pareció ético doctorar aquí a mi manera sobre partidos apenas entrevistos o juzgar los resultados nada más. Además, ayer fue lunes de resaca, que es una santa y equilibrante institución por las andalucías tras los trasiegos desmesurados de las vísperas y, por estar, estaban cerrados hasta los súper, que ya es decir, y no era día de escribir a contracorriente. Hoy vuelve la Liga y se reanuda el drama del descenso que afecta a once de los veinte equipos de Primera, descontando a los ocho de arriba, que ya tienen casi todo el pescao vendido y al Almería, que más que al caer ya está en el hoyo. Certificando la muerte de la clase media, hoy sí veré los partidos que den por la tele y escribiré sobre ellos, que ya por Rota se acabó la Fiesta.

miércoles, 4 de mayo de 2011

pues eso

Pasó el Barça. ¡Enhorabuena, campeón!

lunes, 2 de mayo de 2011

el que espera, desespera

Jornada atrabiliaria en la que sólo Sevilla o Villareal (por los pelos), y el Atlético, se salvaron de la revolución de los hambrientos, que así puede llamarse a todos los equipos (desde el noveno hasta el último) que todavía a estas alturas no tienen garantizada la permanencia en Primera. En la desesperante espera del martes de Champions cayeron Barcelona y Real Madrid ante equipos netamente inferiores que hicieron de la necesidad, virtud, cayó luego también el Valencia y hasta el Mallorca reivindica su cuota de riesgo, mientras el Getafe se asoma al vértigo del pozo pese a los petrodólares que prometen reforzarle lo indecible.

- Saltó al Bernabeu el "equipo maravilla" que le hizo un set en su casa al Valencia, pero se dejaron en el vestuario la velocidad y el compromiso con la victoria, o sea que saltaron al campo como siempre, sobraos, sin urgencias, convencidos de su superioridad y encantados de haberse conocido. Enfrente, un Zaragoza serio y potente, al que el vasco Aguirre ha aportado la cordura que le faltaba y una estructura pétrea que aflora las mejores virtudes de cada jugador, aunque sean escasas. Con tres centrales, dos carrileros cortos, Ponzio de apagafuegos central, dos mediocentros peleones con pase y dos islotes arriba, bien escalonados, plantaron cara los de la Romareda a un Madrid que salió al pase corto horizontal y al trote cochinero. Para cuando se quisieron dar cuenta, ya llevaban dos en el talego y para cuando les entraron las prisas se confirmó lo que se dice desde que se inventó el fútbol y repetimos aquí a menudo para los desmemoriados: que es casi imposible enderezar la baja moral con la que un equipo afronta un partido.

- Saltó el Barça con equipo de circunstancias a solventar la papeleta de Anoeta, repleto de chavalotes en la inicial y en el banquillo. Entonaron su habitual milonga de pases mágicos que atontan al contrario hasta que se les torna vidriosa la mirada y lenta la reacción, que es el momento que elige Xavi para asestarles la puñalada mortal. En este caso, la diosa Fortuna (que es casquivana y un poco puta, como todos sabemos) le echó una generosa mano convirtiendo una mala recepción de Messi en un espléndido pase de gol a Thiago. Permitieron los azulgranas que la Real subiera filas en la segunda parte y justo ahí le comenzaron a crecer los enanos y el equipo a mostrar alguna falta de fuerza (llámese cansancio) que Guardiola pretendió paliar con algún cambio. Se comió el árbitro un gol legal de Milito (a veces pasa cuando juegas al despiste, que el línea se queda con la imagen que no es) y mostró luego Fontás que está algo verde todavía permitiendo sin reaccionar un remate de gol. Luego, Mascherano se creyó Carvalho y cometió otro penalty de libro y ahí se apagaron las luces. Hasta el martes.