DÍA 7.- aclarando que es gerundio

Ya de lleno en los segundos partidos, las cosas que se intuían se confirman, pasito a paso. Que Argentina es competitiva, que la Francia de Domenech no carbura, que los griegos pelean hasta el final... Llama la atención el salto adelante de los mexicanos, de la mano de un Márquez sublime, que por momentos recordó a Beckenbauer...

Argentina 4 - Corea del Sur 1
Maradona consiguió el cuasipase a octavos con un ejercicio de valentía (algunos leerían inconsciencia) consistente en alinear un solo centrocampista, Mascherano, y ¡¡cinco delanteros!!, aunque alguno de ellos, con libertad rotativa, se atrasaba de cuando en cuando, incluido Messi, para arrancar y abrir la segunda línea. Di María, Tévez, Maxi, Higuaín y Messi, ahí es nada, jugando a la vez, aunque con compromiso defensivo y sacrificio cuando el balón era coreano. ¿Será un mensaje para Del Bosque? No lo sé, pero sin duda es una muy buena manera de afrontar los partidos contra enemigos supuestamente inferiores que se cierran a tope. Tres golitos de Higuaín (uno en fuera de juego) le dan el Pichichi momentáneo.

Grecia 2 - Nigeria 1
Se equivoca el que dé por muertos a los griegos antes del pitido final. A pesar de empezar con la empanada, superaron los nervios del compromiso, acaso ayudados por la autoespulsión de Kaita y la plaga de lesiones que desequilibraron a los nigerianos hasta el punto de fallar algún gol cantado. Las hordas de Karagounis, el incombustible, tiraron de orgullo a falta de talento hasta darle la vuelta a un marcador preocupante. Con estos tres puntos, pueden especular con pasar a octavos si Nigeria gana a Corea o si consiguen algún puntito frente a Argentina en la última jornada, aunque cabe la posibilidad de que los coreanos superen a Nigeria y entonces necesitarían ganar su tercer partido. Hasta el rabo, todo es toro...

Francia 0 - México 2
Sin marcar un solo gol y con un empate en su haber, todavía Francia no va a hacer sus maletas en su hotel de super-luxe, aunque poco le falta para terminar estas vacaciones. Bastará con que Uruguay y México empaten en el último para dejar fuera a los galos. Pero, aunque pequeñita, aún les queda una opción que pasa por ganar a Sudáfrica y esperar la suerte. Del partido, malas noticias para un equipo que parece incapaz no solo de marcar sino hasta de hacer ocasiones, pésimamente dirigido fuera y dentro de la cancha. Quisieron pero no supieron ni pudieron, frente a unos mexicanos organizados y poderosos atrás y con desborde, pelea y chispa delante, con un Giovanni tan descarado como acertado. Que los dos primeros goles charros fueran ilegales, pero contaran gracias al mal arbitraje de Khalil al Ghamdi, no excusa a nuestros vecinos, que también están en el Mundial por un error arbitral (recordad la mano mágica de Henry). México fue superior merced a un Márquez soberbio de medio centro.