allá vamos

Resuenan los claros clarines que anuncian no ya el cortejo sino la algarada de inicio del tan esperado Campeonato Mundial de Fútbol. No va más. Hoy mismo da comienzo la vigilia de nuestro deporte, las jornadas de tres partidos cada día (al menos en fase previa), las emociones, las desdichas, las victorias y derrotas, la vida misma allá en el fondo del mapa. Sea como sea, los que amamos este juego disfrazado de deporte estamos de enhorabuena.

Llegamos a Sudáfrica tras una concentración y preparación modélica, repleta de sensatez y buen tino. Sin alharacas, como acostumbra, Del Bosque ha sacado adelante una encerrona en altura, a temperaturas y condiciones climáticas similares a las que encontraremos en plena faena, relajada y serena, con trabajo sin presión, con partidos preparatorios muy bien seleccionados (lo de venir a Murcia cabe sólo entenderlo como una eficaz inyección de moral para llegar con las pilas a tope) y eficazmente resueltos, para euforia de los botarates.

Los buscalíos de siempre, que cobran más cuanto más alarman, sólo han tenido el asunto de las primas y la semilesión de Iniesta que llevarse a la boca, dejando aparte el malencarado y malintencionado debate de la portería. Fuegos de artificio. Como bien dice, con los números en la mano, nuestro amigo Adrián Vogel en su blog mundano, los jugadores deberían cobrar mucho más. A sus datos y razonamientos me remito y os recomiendo encarecidamente leerlo. Frente a la demagogia de tantos tarados disfrazados de políticos o periodistas que, en vez de sentir crecer la hierba, que es lo que deberían, se la comen con patatas, es suficiente la tozuda concreción de la realidad. En este país, hablar con conocimiento de causa es un lujo, al parecer al alcance de muy pocos, como el mencionado Adrián.

Lo de Iniesta, si yo fuera el seleccionador, lo solventaba dejándole la fase previa para recuperarse a tope y alineando a Navas por la derecha con Silva cambiado de banda. Una alternativa que me parece, además, altamente interesante.

Confío en que llegaremos lejos, porque la Selección es ya absolutamente un equipo que lo tiene todo para ello. Además de ir sobrada de ambición y compromiso, cosas esenciales para obtener buenos resultados. Pero debo deciros que, aunque yo esté deseando que prolonguen su estancia dejando por el camino a cuantos se les pongan por delante, este juego depende de que entre la bola lo necesario, cosa que no siempre les ocurre ni a los que más lo dominan.

Así que, como en los casinos, ¡hagan juego!