DÍA 11.- victoria preñada de dudas

No estoy dando saltos de contento tras la victoria de ayer. Debo ser una excepción entre tanta alharaca nacional porque, aunque feliz por haber ganado, no me gustó casi nada de lo que vi en la Selección. Es más, me está decepcionando Del Bosque bajo cuya dirección se está pasando de disponer de las claves para luchar por lo excepcional a convertirse en un equipo romo y cobardica, pero, sobre todo, vulgar. Podrá parecer precipitado hablar así de la Roja con solo dos partidos a las espaldas, pero si es ahora cuando lo veo deberá ser ahora cuando lo diga, y no a toro pasado, por muy impopular que parezca.

Estamos perdiendo a raudales nuestra personalidad diferencial. Con balón, donde antes había desmarque, toque, diagonales y sorpresa hay ahora desplazamientos largos y centros absurdos al área. Donde la jugada nacía del poderío de dos medio centros atrevidos hay ahora tres que hacen ronditos y retrasan la salida. Ni un sólo balón vertical decente en dos partidos certifican esta afirmación. Donde había tensión eléctrica, compromiso solidario, velocidad de mente y piernas, descaro y un juego alegre y tenso, hay ahora premiosidad cuando no lentitud, ritmo cansino, rijoso, y poca disputa. Sin balón, la presión característica de todas las líneas a la vez, buscando disfrutar de inmediato el balón, ha dado paso a un repliegue que deja jugar, a marcajes que no anticipan apenas, a jugadores haciendo "sombra" a los contrarios en lugar de acogotarles para recuperar cuanto antes nuestro más preciado tesoro, ese Jabulani que debe ser nuestro para proponer lo exquisito. Contra Chile o Brasil, esta defensa certifica de antemano nuestra derrota.

Por eso, además, se fallan tantos goles. Porque el espíritu de pelea, la tensión y la velocidad no pueden aparecer de golpe, cuando estás vecino del área contraria y debes resolver las ocasiones creadas, si antes no lo llevas puesto. No se pasa de 70 a 140 pulsaciones de golpe, eso lo sabe cualquiera. Ayer, sólo Villa, excepcionalmente acelerado por el bajo nivel demostrado contra Suiza, o Sergio Ramos estaba en esa buena disposición para acertar con sus remates.

Estoy seguro que, tras el partido de ayer, la bronca en el vestuario de Luis Aragonés hubiera sido de alivio de luto. Sin embargo, tengo la sensación de que recibieron de Del Bosque palmas con las orejas. No. No quiero aceptar el resultadismo de una Selección vulgar. Los grandes logros que soñamos dependen de que seamos lo que nos ha traído hasta aquí y no los restos de aquella victoriosa disposición aunque sigan viniendo de la mano de los mismos jugadores. "No es aixó, amic meu", que dijo aquel.

Portugal 7 - Corea del Norte 0
Abultadísima victoria lusa que demuestra el camino que deben transitar las buenas selecciones europeas frente a los pertinaces muros defensivos de los equipos inferiores que tanto han proliferado en esta fase.

Chile 1 - Suiza 0
La contienda ya nació desequilibrada ante el empuje (repleto de precipitación y ansiedad) de los de Bielsa, antes de la expulsión de Behrami a manos de un árbitro malísimo. Ambos equipos mostraron su evidente espíritu de gladiadores, pero los chilenos perdieron en el choque por tarjetas a Carmona y Matías Fernández, dos de sus jugadores claves. Su agresividad y velocidad en el juego por banda será un problema para esta España que tanto deja jugar ahora.

NOTA.- Mi amigo Jorge Arranz, espléndido dibujante, me ha enviado esta preciosa crónica del partido interpretada en clave artística y con su particular sentido de la observación, que me ha encantado. Os la ofrezco aunque tengo todavía que confirmar con él si me permite publicarla.