Soy tan solo un aficionado. No soy un estudioso, sino un gran amante de este magnífico deporte. No soy un experto, pero tengo mis propios criterios. No soy un estadístico, pero sumo dos y dos y, a veces, me dan cuatro. No soy un forofo aunque tenga mis preferencias. Tampoco un nostálgico, pero estoy harto de que el fútbol se trate con los trazos de la prensa rosa. Esta página será para ti, si así lo quieres. Si te gusta, disfrútala y vuelve. Si no te gusta algo, dilo. Si lo que quieres es pelea, busca en otro lado. Aquí hablaremos de fútbol, no de majaderías.

lunes, 16 de mayo de 2011

sólo uno

En la penúltima jornada solo pude ver un partido, al celebrarse todos a la misma hora, de modo que me regalé el Villareal-Real Madrid tras regresar a toda prisa de la III Ruta del Atún que terminaba este domingo en Zahara. Espléndida población, que ha crecido desde que la descubrí hace 25 años y está preciosa, y extraña presencia de tres buitres enormes sobrevolando la almadraba al olor de las vísceras. Las tapas del bicho que se festejaba, por otro lado, formidables.

A lo que íbamos. Sorprendió Mou a Garrido saliendo con tres centrales, lo que le permitió equilibrar la zona ancha con la incorporación de los dos laterales avanzados sin quitar hierro de arriba, lo que no es nuevo aunque el Madrid, que yo sepa, no lo había puesto en práctica esta temporada. Se desconcertaron los amarillos y pretendieron la contrapartida con balones largos al desmarque, mientras los de la capital rebuscaban en los bajos de sus contrarios arrebatándoles el cuero y desplazándolo con eficacia. Con dos goles de ventaja llegaron así al descanso. Imagino la bronca de Garrido en los vestuarios, preguntando a sus jugadores si estaban allí para ver jugar al Madrid, de modo que salieron los del submarino en la segunda parte con mucho más corazón y las ideas más claras, fruto de lo cual fue un gol temprano que calentó el partido. Estaban los jugadores del Villareal bastante rabiosos y alterados, de modo que el línea de su defensa pagó el pato por atreverse a señalar una mano evidente de Marchena que el sevillano interpretó como una ofensa personal, con esos modos que le han hecho famoso. Tras el rifirafe, quedó tocado el trencilla y, para no complicarse la vida, levantaba el brazo como un autómata a cada ataque blanco, comiéndose una jugada espléndida con gol de Ozil al señalar un fuera de juego inexistente. Detalles aparte, empujaron los amarillos hasta el final, que solo firmó el Madrid tras el segundo gol de Cristiano en libre directo que puso el 1-3 en el marcador. Nunca había visto este cronista al portugués atornillando el balón al suelo hasta hundirlo lo más posible en el césped antes de lanzar una falta (a lo mejor no me había fijado), pero puede afirmarse que con ello corrige el alza y ajusta el tiro mucho más. Camino lleva del Balón de Oro de esta temporada.

Una jornada le queda a esta Liga y seis equipos se juegan a un partido la temporada. Las combinaciones son innumerables y cualquiera puede acompañar a Hércules y Almería en su viaje a los infiernos, aunque todos dependen así mismo de sus propios resultados. Lo de la jornada final va a ser de órdago a la grande.

2 comentarios:

  1. ¿Balón de oro, Cristiano? Querrás decir "Bota de oro", que es sustancialmente distinto, Antonio. Aunque puede que no sea un lapsus, y creas de verdad que se lo pueden dar al portugués antes que a Messi. A fin de cuentas este trofeo se lo dieron en su día a un tal Cannavaro.

    Inmenso jugador este Cristiano, por otra parte. Y su récord goleador histórico. Felicidades de un culé por lograrlo.

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  2. Bota de oro, Arnau, tienes toda la razón. Si a este chico le operaran la cabeza, podría ser uno de los más grandes, pero es carne de sicólogo que por desgracia se desconoce.

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