Soy tan solo un aficionado. No soy un estudioso, sino un gran amante de este magnífico deporte. No soy un experto, pero tengo mis propios criterios. No soy un estadístico, pero sumo dos y dos y, a veces, me dan cuatro. No soy un forofo aunque tenga mis preferencias. Tampoco un nostálgico, pero estoy harto de que el fútbol se trate con los trazos de la prensa rosa. Esta página será para ti, si así lo quieres. Si te gusta, disfrútala y vuelve. Si no te gusta algo, dilo. Si lo que quieres es pelea, busca en otro lado. Aquí hablaremos de fútbol, no de majaderías.

lunes, 10 de enero de 2011

preparando la segunda vuelta

Aunque pendiente del Hércules-Atlético que nos espera esta noche, comentaré los partidos que he visto este fin de semana, casi todos deudores de la resaca de la Copa, que también esta semana que entra nos traerá su aquél.

- El Málaga de Pellegrini empieza a encajar sus mimbres nuevos, aunque pervive por encima de ellos la batuta que Duda ha encajado en el lugar en que todos tenemos una pierna izquierda. De Michelis empieza a sentar cátedra con su experiencia, aunque a veces vaya sobrado, sobre todo en la jugada de pizarra de su gol que no le vi al entrenador chileno cuando entrenaba al Madrid y que resulta muy efectiva. El Athletic, agotado tras la estéril machada copera, bastante hizo con empatar en la prórroga. Me gustó su arrogancia y la eficacia de Caparrós moviendo fichas.

- Se empieza a parecer el Sevilla a los equipos de Manzano, con un Kanouté feliz como una lombriz en su nuevo papel de distribuidor desde la segunda punta, agradecido todo el equipo por la reciente incorporación de un inquieto Navas, todo calidad y cuore. Una Real demasiado lenta y premiosa para la Primera División, sobre todo cuando Xavi Prieto no está acertado, fue presa fácil para el rigor táctico de los sevillanos. Un par de kanutazos le enviaron al otro barrio, pese al espléndido gol de Llorente.

- Al Barcelona le salieron bien las valientes rotaciones de Guardiola, que sentó en el banquillo a Alves, Sergio y Xavi dejando los galones en los hombros de Iniesta. No le iba demasiado bien hasta que Messi olvidó las vacaciones navideñas y se puso las pilas. Un Depor enormemente blandito y contemplativo (8 faltas en todo el partido, que vienen a ser las que hace Tomás en uno normal), replegado y sumiso, le puso más fáciles aún las cosas. Lo que no quita méritos al trabajo blaugrana, del que destaco la concentración y la entrega de todos sus jugadores a la hora de recuperar la bola, además de su aburrida precisión milimétrica en el pase, pero que participa y aporta un partido más a la tesis aquí defendida acerca de la humilde manera de encarar los partidos por parte de sus contrarios. Ninguno como el Copenhague, vamos.

- Del domingo, nada nuevo bajo el sol hasta el Bernabéu, donde hubo un partido con dos caras. Cediendo espacios, cualquier equipo de toque le saca los colores al Madrid, como ocurrió en la primera parte. No se puede salir a verlas venir contra un Villareal con tanta gente de tanta calidad. Llegando siempre tarde, con las líneas confusas ante las filtraciones amarillas, sin "encimar" (verbo horroroso, por cierto) al contrario, el equipo visitante estaba en su salsa, aunque trabajando a destajo hasta un agotamiento que se cobró el Madrid en la segunda parte. Mantuvieron el tipo los de la capital porque con Ronaldo su equipo obtiene un plus de efectividad, cuando no va de cabra loca, que resulta desequilibrante, y con empate se llegó al descanso mandando el submarino. Cero para Mou en esta primera parte, que pasó a diez en la segunda. Tres centrales, dos carrileros avanzados, Gago con Xabi y todo arriba, nueva disposición táctica en tres hábiles cambios. Pero, además, adelantarse a la jugada, entrar con fuerza, romper las líneas de pase del contrario... Y llegaron los goles. En el tercero, arranca Cristiano desde el suelo en claro fuera de juego, si no lo hubo antes en el intento de remate de Di María, aunque su jugada de gol fue de las de quitarse el chapeau. Para el cuarto, asistencia milimétrica a un Kaká que se va pareciendo al que fuera en su día, nunca visto en el Bernabéu hasta ahora.

8 comentarios:

  1. Firmo el analisis, Antonio, de lo sucecido en el Bernabéu. Cristiano, cuando está en forma (que es casi siempre), es una máquina de jugar al futbol. Creo que si realizara una actividad deportiva individual sería sin duda el mejor del mundo.

    Y respecto al partido del Barcelona en Riazor, no entiendo demasiado cuando hablas de su "aburrida precisión milimétrica en el pase". Acaso te divertirías algo más si los pases de Iniesta, Xavi o Messi se extraviasen directos hacia el segundo anfiteatro.
    No, no me respondas, sé lo que quieres decir. Pero es que es justamente ese estilo de juego el que hace madurar al contrario para a continuación hacerlo vulnerable. Si el Barça renuncia a ello está abocado, con el perfil de jugadores que tiene, al fracaso. Y francamente, creo que Guardiola y sus muchachos no están por la labor.

    A grandes rasgos los Lakers de los 80 jugaban rápido y al contrataque. Eran fantásticos. Y a mí no me aburrían.

    También a "grosso modo" los Celtics de los 80 jugaban con un sistema de pases continuos hasta encontrar al jugador desmarcado. Eran igualmente fantásticos. Y tampoco, en absoluto, me aburrían.

    Puede que me sucediera eso porque no era de ninguno de los dos equipos, porque desde la lejanía los disfrutaba sin confusos sentimientos. Y seguro sin partidismos. No sé.

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  2. No comparto mucho lo de las tarjetas, que hoy son portada de Marca. Quienes no mencionan que el Depor le hizo 5 al Madrid. Es decir ¡3 menos! Tampoco conté las que le hicimos nosotros en el Camp Nou. Imagino que pocas, porque fueron más rápidos y apenas llegábamos. Y aprovecho para mostrar mi desacuerdo con Arnau sobre un comentario suyo en el anterior post: el Madrid no hizo el ridículo en el 5-0, el Barça hizo un partidazo (jugando de cine y además anulando nuestro fútbol).

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  3. Te compro tu razonada objeción, Adrian. Rectifico gustosamente. A decir verdad, el ridículo únicamente lo hizo Sergio Ramos, que se retrató el solito.

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  4. Lo de Sergio ya venía desde el partido de la selección contra Portugal.

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  5. Veo, Arnau, que has entendido que mi elección de adjetivo tenía más de énfasis que de crítica. Me pareció divertido utilizar "aburrido", que habitualmente tiene connotaciones negativas, en lugar de "reiterada", "repetida" o "increíble", pero que en nada oculta la definición del fenómeno.

    Lo de Ramos es un problema de coco, como lo de Pepe. Nada que no arreglara una buena lobotomía. Es como tener en la cuadra un caballo cojonudo, ganador al cien por cien, pero que en mitad de la carrera se distrae mirando una margarita. Me da rabia por ambos, ya que tienen condiciones de sobra para ser los mejores en su puesto. Ya tarda Mou en ponerles un psiquiatra.

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  6. Antonio, viendo el partido me acordé de tu comentario en el anterior post sobre que cualquier equipo que haga dos paredes seguidas se le cuela al Madrid hasta la cocina. Quizá del planteamiento de la segunda parte saque Mourinho lecciones para el futuro. Así que por bien empleada doy la mala primera parte.

    Por otra parte, ante la inoperancia de Benzema, me extraña la obstinación de Mourinho en no dar ni una sola oportunidad a Morata, ni ante el Levante. ¿Temerá que marque?

    Respecto al Barcelona, para mí lo más admirable de su juego no es tanto el movimiento de balón como la rapidez con que recuperan la bola.

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  7. Si lees alguna anterior entrada al respecto en este mismo blog, Joaquín, verás cuánto coincidimos en cuanto al esfuerzo defensivo de recuperación del Barça como elemento diferenciador. Ayer tuviste la prueba con el Villareal. La movían como azulgranas, pero no la recuperaban igual y ahí se les colaba el Madrid (hablo de la primera parte). Lo mismo que el Barcelona, cuando no la puede recuperar en caliente y debe ceder posiciones hasta defender en estático, baja muchos enteros y se hace vulnerable. Lo difícil es llevarles hasta esas posiciones..., y que si la roban no te maten al contrataque.

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  8. Efectivamente, Joaquín (¿ya somos amigos?) y Antonio, una de las grandes bazas del Barça es su rapidez en recuperar el balón después de perderlo. Guardiola siempre dice que su equipo defiende con la posesión de balón además de con la asociación permanente de sus jugadores. Y os aseguro que no se trata de ninguna "boutade" por parte del entrenador nacido en Santpedor. Fíjense que el balón, esté el cuadro blaugrana atacando o defendiendo, da lo mismo, siempre se encuentra rodeado por dos-tres-cuatro jugadores del equipo barcelonista. Para entendernos, es como un permanente rondo en espacios reducidos, el cual te sirve para tener superioridad cuando atacas a la par que te facilita la recuperación del esférico cuando lo pierdes.

    Podríamos convenir que son rápidos esfuerzos físicos defensivos más propios de jugadores de baloncesto que de futbol. Esfuerzos que se compensan con una alta posesión del balón cuando éstos atacan.

    PD: Guardiola es un enamorado del deporte de la canasta.

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