Soy tan solo un aficionado. No soy un estudioso, sino un gran amante de este magnífico deporte. No soy un experto, pero tengo mis propios criterios. No soy un estadístico, pero sumo dos y dos y, a veces, me dan cuatro. No soy un forofo aunque tenga mis preferencias. Tampoco un nostálgico, pero estoy harto de que el fútbol se trate con los trazos de la prensa rosa. Esta página será para ti, si así lo quieres. Si te gusta, disfrútala y vuelve. Si no te gusta algo, dilo. Si lo que quieres es pelea, busca en otro lado. Aquí hablaremos de fútbol, no de majaderías.

lunes, 31 de octubre de 2011

pues ya estamos

Volvieron las cosas por sus fueros en una jornada, aún inconclusa y con la Champions repicando a la puerta. Esto es un sinvivir. Días como el pasado sábado, desde las 13,45 amarrado (o amorrado, vete a saber) a las cuarentaytantas pulgadas hasta que me despegaron con agua caliente al filo de la medianoche, es lo más parecido a una maratón que se me viene a las mientes, cual decían antes. Maratón de sofá y culo gordo, de conversa escasa y comida a trompicones mientras a menos de dos metros veintitrés fulanos representan para ti el teatro de los sueños o deshojan la margarita, que de todo hubo anteayer. Porque, ¿quién es el guapo que se pierde un Chelsea-Arsenal de aperitivo? Y, después de disfrutar el partidazo con goles de todo pelaje de Van Persie o de Juanin Mata, ¿quién el que lo lamenta y no engancha con otros cuatro de la Premier en abanico, para seguir luego con el Valencia-Getafe, precipitación y ansiedad versus una blandura que llama la atención, continuar con un Barça que encaminó lo suyo en un pispas repleto de fortuna ante ese Mallorca todavía inmune al efecto Caparrós y para terminar con un Madrid atragantado cuando le defienden como a un grande? Así, sin respiración se queda uno como después de leer el párrafo previo de un tirón. Así me quedé yo, y aún repetí el domingo regalándome incluso fragmentos del LeganésB-Castilla para seguir las evoluciones de ese Jesé que en cuanto le corra sangre por las venas va a volver loco a más de uno y ese Carvajal que no sé a qué espera Mourinho para hacerle debutar en primera, tocado Arbeloa y Ramos tan en su sitio.

Entenderéis, así las cosas, que las ganas de escribirlo se me hayan anegado entre los cientos de cervezas y amagado entre los innumerables tentempiés que las acompañaron y que os ofrezca esta vez, en el lugar del pormenorizado análisis que acostumbro, retazos de las lucubraciones de un espectador rebasado por la tan alta concentración de opio p'al pueblo que se respiró este fin de semana en casa. Al final, si la cosa sigue por do suele, voy a tener que preseleccionar con mayor criterio si pretendo llegar al pie de estas líneas con el ánimo pronto y la mente más clara que la que hoy, y perdonadme por ello, solo ha sido capaz de parir estas desordenadas y agobiadas notas acerca del exceso.

1 comentario:

  1. Mientras nos recuperamos de la sobredosis, nos preparamos para la siguiente. Mourinho ha cumplido: viaja, por fin, Carvajal.

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