Soy tan solo un aficionado. No soy un estudioso, sino un gran amante de este magnífico deporte. No soy un experto, pero tengo mis propios criterios. No soy un estadístico, pero sumo dos y dos y, a veces, me dan cuatro. No soy un forofo aunque tenga mis preferencias. Tampoco un nostálgico, pero estoy harto de que el fútbol se trate con los trazos de la prensa rosa. Esta página será para ti, si así lo quieres. Si te gusta, disfrútala y vuelve. Si no te gusta algo, dilo. Si lo que quieres es pelea, busca en otro lado. Aquí hablaremos de fútbol, no de majaderías.

jueves, 29 de abril de 2010

se acabó lo que se daba

La tensión previa desatada desde la presidencia castigó al Barcelona con un enorme incremento de la ansiedad (que pretendieron disimular a través de un juego pausado pero predecible) que jugó claramente en su contra. Así, con infundado miedo a arriesgar en el pase interior y sin velocidad o paredes, no se abre una defensa tan abigarrada. Hasta Xavi resultó contagiado de ese juego de balonmano en el que tanto se echaba en falta el abrelatas manchego. Con Ibra, Keita y Busquets ausentes, y Messi bajando enteros como siempre que le corresponden argentinos en su marca (Zanetti y Cambiasso le pillaban casi todas), la cosa se presentaba cada vez más imposible.

El planteamiento táctico inicial de Guardiola, por otra parte, respondía a una previsión de juego del contrario que resultó inexistente, ya que enfrente se encontró del alfa al omega con un Inter roñoso y cicatero que dispuso un 1/5/4 que ya lo era antes de la expulsión (arriba, Milito ni contaba). Un equipo que entregó el campo a la numantina defensa de su área, romo, con Sneijder muy por debajo de sus habituales performances y un Chivu que ni para frenar a Alves servía, aunque recuperó alguna valía más en el centro tras la expulsión de Motta.

Y eso que hay que decir que a Platini le faltó sólo bajar al campo a tirar las faltas. ¡Vaya arbitraje! ¡Qué doble vara de medir! La entrada por detrás de Messi sin posibilidad alguna de jugar el balón, a la pierna y contra la valla (será que lesionar a Maicon antes del Mundial es una prueba de su amistad hacia Dani Alves) fue merecedora de tarjeta, sin duda alguna. Pero este chico bajito tiene bula, sobre todo para algunos árbitros de encargo. Luego, ciertamente Motta pone la mano atrás, en la cara de Busquets, aunque sin golpearle. Lo demás lo aportó el árbitro, al que le faltó tiempo para dejar al Inter con diez o pitar gol tras flagrante fuera de juego de Piqué. Si vienen mal dadas, siente un belga a su mesa.


Se acabó lo que se daba, decíamos, para bien del fútbol sin la exagerada presencia de tantos agentes externos que habían convertido el partido en una demostración del todo vale. De los aspersores, mejor no hablar. Una lección de elegancia y un certificado de que al seny, de la mano del trepa Laporta, ni está ni se le espera.

4 comentarios:

  1. Qué gran crónica, jefe. Lo de Messi era de tarjeta. Además, estuvo sucio todo el partido. Lo de los aspersores, marca de la casa blaugrana. Y menuda expulsión la de motta. Tenía que haberle sacado amarilla a Busquets por tirarse con tanto teatro. El gol de Piqué en fuera de juego. Y la reacción de Valdés con Mourinho, otra señal del seny al que nos tiene acostumbrado el barcelona. No creo que VIllar deje que pierdan la liga. Superantipatico.

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  2. Es que no escarmientan: ya les pasó en Sevilla en la final contra el Steaua. Ahí ese "otro partido" se lo ganó mi padre.

    http://elmundano.wordpress.com/2010/04/29/del-cochinillo-a-los-aspersores/

    P.D.: independientemente del Oscar a Busquets -merecedor también de amarilla- Motta se autoexpulsó. No sé si fue segunda amarilla o roja directa (me cuentan que una circular UEFA determinan sacar roja y no amarilla + roja).

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  3. Como lo de Motta, Adrián, siete en cada partido. La línea para la expulsión debe estar en golpear con mano o codo, pero todos los jugadores se protegen con las manos cuando les hostigan por detrás, Iniesta incluido, que en eso es un maestro. Revisé varias veces la agresión de Messi a Maicon en el partido de ida, y lo primero que cabe preguntarse es por qué salta contra el brasileño con el hombro por delante cuando la pelota les va a superar claramente a ambos. ¿A santo de qué la entrada? Cada vez lo tengo más claro: ese tipo es peligroso y desgraciará a alguien con alguna de sus alevosas entradas con ventaja. Tiempo...

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  4. Juanín, gracias por tu comentario. Separo tu respuesta de la de Adrián porque me gustaría añadir que Valdés no está bien de la cabeza y esa es la razón por la que algunos, aunque le reconozcamos algunos indudables méritos, no le consideramos seleccionable. Es imprevisible, inmaduro y hace cosas raras (ver el partido de ida con el Inter, el despeje al contrario que luego arregló con un paradón), por lo que prefiero para la roja un portero más sensato y sereno aunque sea menos espectacular.

    Ya dije que el Barça perdería la Liga contra el Inter. Espero haber estado acertado en mi labor de pitoniso.

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