Viene esto al caso de mis más recientes comentarios predictivos y sus aciertos o desaciertos. Por abajo, solo se me escapó el imprevisible Almería de Lillo, (le deben sonar las orejas en este blog) al que parece que ha dejado de entender ese vestuario multirracial y cosmopolita con el que le ha tocado lidiar. Acerté al Tenerife y su brutal final de carrera, las tablas de Málaga y toqué de cerca la inútil machada del Zaragoza. Del Valladolid-Getafe, ni fu ni fa, que todo hay que decirlo. Estaréis conmigo en que no siendo para ponerse medallas, tampoco está mal.
Por donde parece que ha patinado, sin embargo, este aficionado, es por arriba. El Barça decidió llevarme la contraria y sacar la casta, mucho más eficaz cuando no está sobre el verde el congelador sueco, para endosarle cuatro al Villareal, que tampoco a mi entender mereció tamaño castigo. Aunque me queda la duda sobre qué hubiera pasado con esa moral tan afectada si acierta Nilmar las dos claras ocasiones del principio del partido. Pero, fútbol-ficción al margen, ganó el Barcelona con orgullo y poderío, pero a costa de mantener en el once a un Xavi que está arriesgando demasiado con su sóleo. ¿Qué puede pasarle al equipo estos tres partidos si se rompe? ¿Qué le pasará, coño, a la roja si eso ocurre? Sobre ascuas ando, pero insisto en que todavía quedan tres por tres.

A ver si hay suerte esta noche y el Tenerife nos echa una mano...será muy raro que así suceda, pero nunca se sabe.
ResponderEliminarNo llevaban mal camino, pero ese insidioso e intolerable arbitraje... Piqué tenía que haber sido expulsado tras su flagrante penalty. Fue un desgaste continuo, uno de esos arbitrajes que, sin llamar la atención, le dejan claro al contrario que le va a ser imposible. Buff, que aburrimiento...
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