Soy tan solo un aficionado. No soy un estudioso, sino un gran amante de este magnífico deporte. No soy un experto, pero tengo mis propios criterios. No soy un estadístico, pero sumo dos y dos y, a veces, me dan cuatro. No soy un forofo aunque tenga mis preferencias. Tampoco un nostálgico, pero estoy harto de que el fútbol se trate con los trazos de la prensa rosa. Esta página será para ti, si así lo quieres. Si te gusta, disfrútala y vuelve. Si no te gusta algo, dilo. Si lo que quieres es pelea, busca en otro lado. Aquí hablaremos de fútbol, no de majaderías.

lunes, 3 de mayo de 2010

o no

Ejercer de pitoniso a culo descubierto es lo que tiene. Que luego va y llega la realidad y sitúa tus predicciones enfrente de los hechos y a veces entonces se te sube el pavo de la vergüenza, aunque no sea menos cierto que otras veces no cabes por las puertas del orgullo de haber previsto de antemano la jugada. Es la vida, mejor jugarla que aburrirse con ella...

Viene esto al caso de mis más recientes comentarios predictivos y sus aciertos o desaciertos. Por abajo, solo se me escapó el imprevisible Almería de Lillo, (le deben sonar las orejas en este blog) al que parece que ha dejado de entender ese vestuario multirracial y cosmopolita con el que le ha tocado lidiar. Acerté al Tenerife y su brutal final de carrera, las tablas de Málaga y toqué de cerca la inútil machada del Zaragoza. Del Valladolid-Getafe, ni fu ni fa, que todo hay que decirlo. Estaréis conmigo en que no siendo para ponerse medallas, tampoco está mal.

Por donde parece que ha patinado, sin embargo, este aficionado, es por arriba. El Barça decidió llevarme la contraria y sacar la casta, mucho más eficaz cuando no está sobre el verde el congelador sueco, para endosarle cuatro al Villareal, que tampoco a mi entender mereció tamaño castigo. Aunque me queda la duda sobre qué hubiera pasado con esa moral tan afectada si acierta Nilmar las dos claras ocasiones del principio del partido. Pero, fútbol-ficción al margen, ganó el Barcelona con orgullo y poderío, pero a costa de mantener en el once a un Xavi que está arriesgando demasiado con su sóleo. ¿Qué puede pasarle al equipo estos tres partidos si se rompe? ¿Qué le pasará, coño, a la roja si eso ocurre? Sobre ascuas ando, pero insisto en que todavía quedan tres por tres.

Del Madrid, mejor no hacer leña, y eso que acabó ganando merced a un Cristiano que parece haber heredado el espíritu de Juanito. Pocas veces he visto a Raúl Albiol más fallón y despistado (para la roja, ¿por qué no pensar en un Cuellar, excelso y bregado en la Premier, en su lugar?), ni a un Ramos más impotente. De la sombra del Guti que salió de relevo me ahorraré también comentarios, que sólo podrían ser jocosos, lo mismo que si me refiero a las de Higuaín (¿le salva su último centro?) o el carísimo Benzema. Con esta disposición anímica, en Mallorca no les salva ni la caridad.

2 comentarios:

  1. A ver si hay suerte esta noche y el Tenerife nos echa una mano...será muy raro que así suceda, pero nunca se sabe.

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  2. No llevaban mal camino, pero ese insidioso e intolerable arbitraje... Piqué tenía que haber sido expulsado tras su flagrante penalty. Fue un desgaste continuo, uno de esos arbitrajes que, sin llamar la atención, le dejan claro al contrario que le va a ser imposible. Buff, que aburrimiento...

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