Hoy es jueves y ya está casi todo el pescado de la jornada veintiséis vendido, a falta de las guindas de hoy. Jornada encajada a traición, aviesa por razones de calendario que se me escapan. Jornada que nos ha traído más de lo mismo por abajo y un excelente partido por arriba, de los que hacen afición.
- Apunta mi Zaragoza maneras y probabilidades de salvar esta nefasta temporada si (y solo si) Uche, su mejor fichaje de invierno, confirma que ha encontrado el camino del gol. Jugaron ayer como si les fuera el sueldo en ello, que lo mismo así era, conscientes de que el próximo fin de semana lo tienen crudo ante el Barcelona en el Nou Camp. De modo que, en buena parte, cumplieron también el objetivo subsidiario de descargarse del ciclo tarjetero, con lo que se presentarán ante los azulgrana con lo puesto, para dar la razón a Mou satisfaciendo de paso sus propios intereses de equipo centrado en salvar la temporada. Habrá que ver la alineación que presentan allí. Ayer, sin embargo, jugaron bien y hasta, a veces, con dosis de calidad frente a un Athletic conformista y reservón que había encontrado el gol en la cabezonería de Llorente por no dejar escapar ni una, más que en sus propios méritos. Pese a un centro del campo añejo y no siempre despierto, supieron poner en juego a sus vanguardias, grande Bertolo, peleón Boutahar, peligroso Uche hasta que se le acabó el fuelle, mientras Herrera añadía algunas gotas de clase. No se vinieron abajo y sacaron la cabeza con orgullo, ante lo que los vascos solo opusieron colgar balones a la cabeza de su largo punta como antes del diluvio.
- Jugaron Valencia y Barça un partido cual corresponde a sus puestos y aspiraciones, que ambos plantearon con más trampas que una película de chinos. Dejó crecer y tupirse el césped Emery, y no lo regó antes del partido para dificultar la fluidez del toque azulgrana. Inventó una doble posición en el lateral izquierdo coexistiendo velocísimo Jordi Alba, cual antídoto de Alves, con Mathieu, a costa de sacrificar su ataque por la derecha aunque confiando la explotación de ese hueco a la intuición de Joaquín o la entrega de Pablo Hernández, pero jugando sin referencia de delantero centro. Respondió Guardiola, como si se lo esperara, con tres centrales y dos carrileros muy avanzados, aportando la novedad de que no era Piqué sino Busquets el que ocupaba la zona más central con Mascherano por delante. Yo también te atacaré por la izquierda, fíjate, parecía decirle a su colega. Luego, en el desarrollo del juego, se comprobó que la verdadera batalla se jugaba, sorda e intensa, por el centro, donde Banega y Tino Costa podían casi siempre con Xavi e Iniesta, desequilibrando el juego a su favor aunque, eso sí, pagando cara su falta de alguien arriba. En éstas anduvieron hasta que llegó Messi. Al ver que se quedaba sin las habituales provisiones, se fue a buscarlas al almacén para luego repartirlas a su antojo entre un Villa que esta vez fijaba a los centrales y, sobre todo, un Adriano al que convirtió en socio preferente. Por ahí le llegó la muerte al Valencia, que ayer fue todo mérito aunque sucumbió cuando todo parecía haber vuelto a su esquema habitual y el Barça parecía, sin embargo, más vulnerable que antes. Espléndido partido y grande y merecida victoria del Barça, aunque escribiría lo mismo del Valencia si hubiera marcado. Eso es lo grande del fútbol.
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Hace 1 día
Esplendorosa crónica del Valencia-Barça, Antonio. Qué placer cuando se habla de futbol, sólo de futbol; de lo que realmente amamos.
ResponderEliminarSí, como bien indicas con las tácticas el partido fue una extraordinaria partida de ajedrez. Sublime.
PD: Permíteme un desagravio, pese a nuestras diferencias, para con Adrian. Sus análisis deportivos actualmente son de tal grandeza y deportividad (aun y tener que lidiar siempre con un par de Miuras resabiados) que son dignos de elogio. Y así lo constato aquí, ya que en su blog no se me está permitido.
Arnau siempre he sido grande (de tamaño y peso) y por supuesto deportivo. Gracias por tus palabras, pero piensa que solo cuento lo que creo ver. Igual acierto o me equivoco.
ResponderEliminarY el partido de ayer si que fue grande: desde los banquillos hasta los jugadores. Y como dice maese Piera "Espléndido partido y grande y merecida victoria del Barça, aunque escribiría lo mismo del Valencia si hubiera marcado. Eso es lo grande del fútbol." Afirmación que suscribo al 100%.
Que nadie me pregunte por qué mantengo vivo este blog de mis entretelas después de leeros.
ResponderEliminarEso ¿por qué?
ResponderEliminarP.D.: ¿celosín Don Antonio?
P.D. bis: Arnau me has ablandado. Y la reacción de maese Piera también ha ayudado. ¡Levanto el "baneo"!
No te has enterao, Vogel. Orgullo, nada de celos.
ResponderEliminarMantengo que mientras pueda seguir en Fútbol mi Amor lo que pasó en los partidos seguiré sin incrementarle a Roures el share (que a través del I-Plus nos cuentan a todos los que nos enchufamos). Y, obviamente, nada de Gol Tv ni C+Liga, que se pague él sus hagiografías blaugranas. También me gusta seguir el fútbol en El Mundano, aunque allí no tenga en principio intención de comentar -por motivos obvios para quien siga asiduamente ese blog tan querido por mí-.
ResponderEliminarPor eso agradezco tu narración tan visual y a buen seguro exacta, Piera. Me alegro si la liga recupera la equidad y el trofeo que se lleve el Barcelona empieza a ganárselo sin ayudas externas y mediopensionistas, que es la sensación que se deriva de tu crónica. Me ha encantado lo que dices de la hierba alta y que no había leído en otras fuentes, ese es el uso – y no algún otro- que un entrenador debe hacer de los aspersores. Siempre he sido defensor de Emery, desde aquel par de temporadas grandiosas en el Almería que es cuando supe de él. A mi juicio en el Valencia extrajo el fútbol que llevaba dentro un equipo de buenos jugadores convertido provisionalmente por Benítez y Koeman en una zahúrda de leñadores. Sé que a ti no te gusta demasiado su estilo a juzgar por alguna de las cosas que has dicho a lo largo de la temporada; a mí sí, y estoy feliz de verle en posiciones de champions. Igual que lo estaré de que tu Zaragoza al menos conserve apaciblemente la categoría, soy un sentimental (ya sabes, Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra, iconografía de mi infancia).
Por pura curiosidad, me gustaría también que dieras tu visión de lo que pasó anoche en el Bernabéu, aunque comprendo que por mucha goleada que se produjera, no fuera muy relevante en el contexto del campeonato tras la victoria del Barcelona en Mestalla (salvo para que CR7 siga amenazando el pichichi de Messi hasta que “la autoridad” castigue la insolencia de aquél).